El Twizy es la gran apuesta de la marca francesa Renault, a favor de la movilidad urbana sin humos y sin ruidos con un pequeño vehículo eléctrico de 2,32m de largo que se estima que tiene un coste de mantenimiento inferior en un 15% respecto a un scooter de tres ruedas. En realidad, el Twizy puede asimilarse a una moto, pero en formato de cuatro ruedas lo que le da una mayor estabilidad y una conducción más segura. Este biplaza destaca por su ligereza, dinamismo y autonomía, tres aspectos fundamentales para diseñar un vehículo eléctrico.
El twizy entre el tráfico rodado de Barcelona moviéndose con facilidad.
El Renault Twizy 80 Technic es el vehículo con el que me he desplazado por Barcelona experimentando una nueva forma de movilidad sostenible. Lo primero que sorprende de este vehículo es que al ser biplaza en tándem uno sube al asiento trasero como si fuera una moto. En este sentido, en invierno has de ir bien abrigado y llevar guantes, como si fuéramos en un descapotable o en una moto, lo mismo sucede si llueve: no va mal llevar un impermeable. La sensación es que uno va aireado pero por la cobertura del carenado da una sensación menos trepidante que en una moto. Vaya, que uno se siente más tranquilo y relajado que sobre una moto, tanto si se conduce como si uno va de pasajero atrás.
El panel de control y la visión que tiene el pasajero situado detrás del conductor de un Twizy.
El Twizy es muy manejable y se mueve ágilmente entre el tráfico. Lo primero que se percibe es que, frente al silencio del motor del Twizy, uno siente en propia carne el mundanal ruido que nos rodea. Me sorprendió que la aceleración durante los primeros metros es realmente "energética" y que alcanza los 50 km/h en un periquete. Luego a más de 50 km/h es una aceleración más progresiva. La conducción es también muy sencilla porque funciona como un vehículo automático con sus tres modos: D (directa), N (neutra para el frenado de parking) y R (marcha atrás). Estas marchas se seleccionan con unos botones que se encuentran junto al volante. Toda la electrónica de control que lleva es impresionante y permite por ejemplo que la tracción no de saltos, se agarre bien en las curvas y tenga una frenada muy segura.
Durante el recorrido también dejamos aparcado el cuadracículo para su carga, gracias a un cable de 3m para enchufarlo. La parte eléctrica de la carga es quizás la más interesante. El vehículo lleva un sistema para proteger la descarga profunda de las baterías por lo que cuando le queda sobre un 25 % de la carga empieza a advertir. Lo suyo es que en este momento se recargue. Llevarlo al 100 % de la carga en ese momento pueden ser unas 3 horas, con una media de consumo a la red de unos 6kWh, esta cega se hace sbre una toma de corriente convencional a 220V. Con esta carga tendríamos para unos 100 km, aunque esto depende del tipo de trayecto. En términos prácticos se puede alcanzar perfectamente la distancia de 75 km con el 75 % de la carga y el Twizy Technic puede alcanzar los 80 km/h. Un dato interesante es que las baterías de ion litio tienen un tratamiento especial ya que se paga por ellas una cuota (como si fuera un renting) mensual que al año son unos 500 euros (aunque esto varía algo según el número de km que se vayan a recorrer al año). Cuando a la batería del Twizy le queda un 15% de la carga, lanza una alerta sonora y un indicador luminoso en el cuadro de instrumentos. Si queremos apurar, cuando queda un 6% de la batería se limitan todas las prestaciones para evitar la descarga profunda que dañaría las baterías. La cuota pagada por las baterías incorpora la reposición de estas cada tres años por parte del fabricante. El compromiso del propietario es conservarlas en el mejor estado posible. En un vehículo eléctrico el tipo de conducción, la brusquedad o el forzar el motor influye en el buen estado de una batería. Por ejemplo, en una subida con fuerte pendiente o prolongada hay que tomárselo con algo de tranquilidad. Luego en las bajadas y las frenadas regenera energía cargando las baterías.
El cable de carga va situado delante del vehículo y se enchufa fácilmente en cualquier toma de corriente estándar.
El Twizy Technic es pues, aunque con sensaciones de moto, un auténtico coche. El seguro a todo riesgo (datos 2012) con una franquicia de 100 euros cuesta sobre unos 400 euros al año. Una carga completa para recorrer, digamos unos 100 km, serían 1,2 euros. El coste de este vehículo con el IVA serían unos 7.900 euros, pero existe la posibilidad de recibir una subvención por el 28 % del PVP sin IVA. Lógicamente, el Twizy también se fabrica en diversas versiones. La más sencilla, el Urban, puede ser conducido como si tratara de un scotter, es la versión 45 con un motor de 4 kW y 5,5 CV. El Twizy 45 está limitado a 45 km/h, por lo que no es apto para circular por cualquier tipo de vía. Sin embargo, el Twizy 80 que monta un motor de 13 kW y 18 CV (que está limitado a 80 km/h) está autorizado para circular por todo tipo de vías, incluidas autopistas y autovías).
El Twizy abre sin duda un nuevo concepto en la movilidad urbana sostenible. Por su tamaño y porque al ser un biplaza en tandem (que por cierto hay la posibilidad de puertas opcional y entonces uno tiene ya un cochecito auténtico) ahorra materiales (sólo pesa 450 kg) y le da a uno la sensación de libertad y facilidad entrando y saliendo. Ahora lo suyo es que este tipo de vehículos se incorporen a las flotas de carsharing, de empresas y servicios. Aunque por ahora no está previsto para entrega de paquetería y mensajería sería ideal si se adaptara el puesto del pasajero trasero.
En fin, por la red se encuentran muchos datos e imágenes sobre este novedoso vehículo eléctrico. En esta web fuimos pioneros impulsando la movilidad urbana eléctrica para reducir la contaminación del aire y el ruido. Eran los tiempos de los pioneros. Ahora ver y probar maravillas tecnológicas y de diseño como el Twizy salido de una marca prestigiosa nos da la esperanza que quizás algo está cambiando en el mundo del motor. Lamentablemente, algunas marcas todavía se empeñan en construir coches eléctricos con el diseño y concepto de un vehículo de motor y eso hace que se construyan coches pesados que consumen más energía de la que deberían. El Twizy es este concepto minimalista con un equilibrio entre la versatilidad, la eficiencia, la tecnología y el mínimo consumo de materiales.