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Familia visitante ante calentador solar más reciclado imposible |
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En el seto, delante del controlador de la libido, el vitex agnus castus, entre otras más virtudes
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Gozando en el laberinto de maíz, quizás este año no agredido transgénicamente por los vecinos
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Visitantes cargando cesta de frutos dela tierra
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la ecotienda, donde la compra es la más fresca y cercana que se pueda imaginar |
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Un botijo contra el cambio climático para alivio de gaznates agradecidos |
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(parte I)
Dormir
sobre la tierra, aislado de ella por un trozo con un centímetro de
grueso de petróleo modificado en forma de colchoneta espumosa, habría
que hacerlo más a menudo, considero yo claro. Tener la mayor superficie
de la masa que somos cerca y en contacto con la gran masa que pisamos,
que los humanos mas sensibles llaman Gaia y nos regala la vida, porque
no puede ser un acto de humildad y aprecio por una conexión especial.
Aunque sólo fue una noche, el haberlo hecho en un especial trozo de
tierra trabajada con amor y respeto ha sido lujo vacacional supremo.
Una vez en pie comenzó la visita a uno de esos lugares en el sol que se
hace necesario y por ello recomendable, conocer y sentir.
Atendidos con gusto por parte de Maria Rosa y Enric, los cuidadores del Parc Agroecologic del Ampurdán,
en Albons, y como unos visitantes más comenzamos el recorrido con guías
de lujo por el entrañable espacio donde pisar sostenibilidad, respirar
ecología, sentir humanidad, acariciar belleza vegetal y oler la vida
está servido como en bandeja.
Lo que fue un campo de cebollas
en su día es ahora, para bien social, un campo de enseñanza y
experiencias de relación amable con la tierra, sus energías y sus
frutos. Un espacio para caminar absorbiendo ecología y sostenibilidad
de forma práctica y didáctica.
La invitación que atrae a este
vergel es su llamada para jugar, descubrir e incluso comprar
ecológicamente. En el denominado carrer del sol, un horno solar SOUL (obtenido en el proyecto social promovido por Fundacion Tierra) y una cocina solar parabólica Ksol 14
sirven de espacio recepción para presentar un práctico viaje por las
energías limpias y su aprovechamiento allá mismo. Dos colectores
solares, uno gracias a una nevera de helados y un deposito de 150
litros, made in reciclaje total, abastecen una ducha que quema cuando
hace sol y toca, siendo un ejemplo de todo lo extraordinario que hay
detrás de la creación habilidosa de los humanos que han decido hacer
cosas inteligentes y practicas. Al lado, una huerta solar fotovoltaica
de 2,5 kilovatios que genera suficiente electricidad vertida a la red
durante todo el año para que en el computo final sobren como excedente
de todos los consumos, 500 kw. Aquí cosechan sol.
En lo vegetal
te da el espacio para embriagarte si te pones a ello, unos setos
multiespecies, saúcos, endrinos, granados… animan el nombre de este
espacio, el Paseo de la Alegría.
Cada pieza del seto tiene su utilidad comestible y además hacen función
de cerramiento y también alojo para otras especies, sin duda, que gran
servicio para la vida con tan poca inversión de recursos materiales, y
cuanta de conocimiento y paciencia.
En el espacio de la Huerta ecológica,
los melones, las sandias, algunas alcachofas y unas enormes calabazas
se me antojan como lo más parecido al cuerno de la abundancia. Delante
de las zanahorias Enric nos cuenta que toda la que llega al mercado
ecológico viene de la lejana Italia, demasiada huella en su camino
hacia nuestros platos y por ello tienen un proyecto en marcha, el
cultivo de 10 especies para deleites nutricionales y biodiversos, y es
que en lugar de esas raíces dulces y coloridas, saben y mucho.
En
otro seto de separación. ahora entre cultivos y como barrera de
vientos, que ya sabes que aquí zumban de lo lindo, nos presentan al
Aloc, (vitex agnus castus) usando como brebaje por religiosos en su
tiempo, para el control de excesos de algo tan natural como la libido,
en fin, hay de todo el la viña del señor...ito.
Sigue el espacio
dedicado a pasto, ahora de dos caballos mayorcitos que se dedican a no
parar de dejar nutrientes en los suelos rotativos por los que pasan sus
vidas. Bueno, como en todo paraíso no fiscal, si no de los buenos, frutales a saco. En la llamada Avenida de los Frutales
600 de estos, pertenecientes a 15 especies y con unas 75 variedades
hacen del lugar lo que es, un paraíso para los sentidos, los sabores,
los colores, los regalos de la biodiversidad cultivada. Prunas,
manzanas, peras, albaricoques, granados, nogales….sensaciones en el
edén de la austeridad y el laborioso trabajo.
Al poco llegamos al Laberinto de Maíz,
que tiene historia, y es que el año pasado se contamino con transgénico
vecino y fue quemado en acto de valor y compromiso medular con la
soberanía alimentaria, este lugar tuvo sus tiempos en los noticiarios,
nadie se ha atrevido a sacrificar una cosecha de maíz por tener trazas
transgénicas, ellos lo hicieron, no quisieron colocar en el mercado
convencional ese maíz. Ahora las plantas están otra vez vigorosas, y
cada año este espacio cambia para el disfrute de visitantes, el dibujo
inicial junto a la plantación ira dejando con el paso de los días unos
pasillos en el verde pacífico que sube de la tierra al cielo y que
cuando te puedes disfrutar el rato, sólo las caricias de las hojas
maiceras pueden llegar a competir con el misterio del laberinto, tan
análogo a las cosas de la vida, caminos acertados o equivocados,
tensión o relajación, sosiego o temor… Este año, verán que pasa, verán
que hacen, seguro que esperan que el polen de las platas del poder
alimentario no hayan vuelto a violar este espacio de libertad para la
vida.
El comentado silbante aerogenerador se ha levantado hace unos meses con la función de oxigenar la depuradora verde
en la laguna final, donde llega el agua de depuración y servicio humanos
filtrada y que plena de lentejas de agua y nenúfares llegan a taponar
la superficie acuática. A su lado la espiral de aromáticas y
medicinales, regalo mandala para los sentidos y los platos con
ingredientes de sabores verdaderos. Y también al lado, lo que en poco
tiempo será una biotectura llamada la cabaña viva y donde los mimbres y
la habilidad humana dejaran un hermoso cobijo vegetal para deleite
espacial.
Y en el Rincón del Agua Bendita,
la sorpresa está servida, cuando sobre todo los más jóvenes traspasan
el pasillo, como por arte mágico se activan unos surtidores altos que
cumplen función refrescante cuando el calor aprieta mientras remojan
cuerpos y riegan el espacio, pero antes y en honor al agua bendita para
beber como en sagrada comunión, acaban de colgar en la plaza sombreada
del lugar, espacio de actividades educativas cuaderno en mano y de
recepciones y relajos al lado del ecobar donde sirven cerveza
ecoespecial y hasta tomates con aceite desde la agrotienda donde la
producción de verduras se pone a disposición de los visitantes al
precio más justo, en honor al agua bendita esta disponible un botijo
hasta con la etiqueta de la campaña de éstos contra el cambio
climático, que buena está el agua de un botijo cuando fresca entra en
el cuerpo sin haber dejado consumos por ello, solo los consumos
energéticos naturales.
De todo lo hecho en el Parc, de todo lo
que hay que hacer, de lo utilizado: tecnologías solares,
bioconstrucción aplicada en las edificiaciones, sistemas energéticos,
cuestiones agroecológicas, de lo previsto, si tienes interés los puedes
conocer durante una visita guiada o libre por el centro, ánimo quizás
al poco tu también quieras dejar tu creatividad en otro espacio en la
tierra, soleado siempre, un pequeño oasis del buen hacer entre tanto no
bien del todo hecho.
Una cosa, que en tres años este lugar sea
lo que es ahora, me consta que sin duda se debe a una inversión
decidida de recursos, a miles de horas de trabajos y comidas de tarro,
a temores y alegrías, al apoyo de brazos y mentes amigas y al más
importante de los ingredientes, el sueño que un día tuvieron y al poco
pusieron en marcha las gentes de este lugar tan necesario, un lugar en
el Sol desde la Tierra.
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