En un tornillo convencional, la cabeza cumple dos diferentes misiones: la de tope para empujar y la de arrastre para el apriete. En los tornillos DTT, la rosca principal se aplica al cuerpo de la potencia y la secundaria a la abrazadera. Al apretar, los diferentes pasos permiten el acercamiento entre las piezas, repartiendo el apriete sobre los hilos de la rosca y asegurando a bajo par, un apriete nítido y alineado.
Los pasos de rosca elegidos, crean la multiplicación del apriete al trabajar de manera conjunta, haciendo innecesaria la cabeza del tornillo convencional, como elemento de arrastre. Los pasos de rosca elegidos – en la figura, 0’8 mm y 1 mm – logran un paso efectivo de 0’2 mm por cada vuelta de tornillo, lo que supone una desmultiplicación de 5 a 1, que hace innecesaria la cabeza del tornillo convencional, también como elemento de arrastre, ya que ahora basta con una pequeña huella Allen en el interior del espárrago.
Lo fundamental es que se reduce el estrés sobre la abrazadera, pues los esfuerzos antes concentrados donde la cabeza empujaba, se dispersan ahora a lo largo de la rosca, aumentando así la resistencia a la fatiga.
La eliminación de la cabeza y el reparto del apriete a lo largo de las roscas permite eliminar el material sobrante alrededor del tornillo, ahorrando mucho peso sin perder un ápice de fiabilidad y resistencia. La tecnología DTT consigue que no exista una potencia más rígida y ligera que la S1, pesando solo 99 gr a pesar de su gran solidez.
Los tornillos DTT suponen un salto tecnológico en la evolución de la bicicleta, pudiendo ser aplicados a otros componentes que requieren de tornillería, y que Rotor presentará en breve: tijas, acoples, cierres de sillín, etc.
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