Si los hechos son semillas que producen el conocimiento y la sabiduría, entonces las emociones y las impresiones de los sentidos son el terreno fértil donde deben crecer las semillas.
 
Rachel Carson, The Sense of Wonder
 
 
Debemos arrancar a cada momento de la vida enseñanzas para continuar sobreviviendo. Hemos aprendido que los sentidos nos aportan la mayor parte de nuestros conocimientos. A través de la vista y el oído valoramos nuestra realidad, sin embargo, los medios audiovisuales nos han mostrado que ésta, a veces, es tan irreal como un sueño. Hemos aprendido a jugar con las imágenes como los niños lo hacen experimentando. Hemos olvidado que la vida es un camino de emociones. Son las emociones las que debemos cultivar, pues ellas son las únicas que nos dan un referente sobre lo que realmente nos alegra o nos duele. Nuestra sociedad está dañando el entorno, a cada minuto se extinguen especies de seres vivos que todavía no conocemos. Estamos alterando el equilibrio básico que facilita una vida saludable a los habitantes de la biosfera. Si no somos capaces de sentir dolor por la pérdida de bosques, por la contaminación de los océanos, por el aire irrespirable que mata humanos en las ciudades... entonces, de nada sirve ser seres racionales. La racionalidad sin emoción es como un árbol sin fruto, estéril y condenado a desaparecer. Cultivemos la sensibilidad y el mundo será mejor.