Os presentamos una guía histórica sobre una idea cada vez más actual: el autocultivo de algunos alimentos aprovechando terrazas y balcones. No es una idea nueva, pero esta guía consiguió que fuera ilustrada y maquetada por el Estudio Mariscal. El balcón comestible. Guía práctica constituye un documento singular en la bibliografía ibérica, fruto de una campaña que animó la idea del balcón comestible urbano. Estamos seguros que esta guía que hemos rescatado de nuestra biblioteca os será útil.
Cuidar plantas es una ocasión maravillosa para relajarse, una forma sencilla de hacerlo es situarte en el "aquí y ahora". Cada vez que trabajes con las plantas pon toda tu atención en lo que sucede: siente el roce de tus dedos con la tierra, la humedad, el olor de la misma. Fíjate en los minúsculos detalles de la superficie de las hojas, su textura, su color. Tómate todo el tiempo del mundo y sumérgete con tus sentidos en algún aspecto de aquello que estás manipulando O bien atiende a los sonidos que vienen de fuera mientras trabajas, en las luces y sombras del lugar... Hay miles de posibilidades.
Una de las ilustraciones del Estudio Mariscal para la guía del balcón comestible.
La salud de nuestro planeta depende de que nos responsabilicemos de su cuidado. Esto empieza por reconocer aceptar y responsabilizarnos de nuestras propias acciones, nuestras actitudes y nuestro compromiso con la protección del medio ambiente . Pero recuerda que responsabilidad no es igual a culpabilidad. Responsabilizarse es solamente adquirir conciencia de lo que sucede dentro de uno y en el mundo en el que vive, tratar de aprender algo de ello e incorporar ese aprendizaje en su vida.
A la hora de cultivar en tu terraza o balcón puedes decidir concentrar tus esfuerzos en "complementos alimentarios" como los ajos o el pimentón o en plantas saludables (como las que promueve la Asociación Dulce Revolución o bien en "los alimentos básicos" como las patatas o las cebollas. Pero si eres muy aficionado a las ensaladas podrías preferir cultivar coles, lechugas y hasta plantas silvestres como el diente de león o la pamplina. También puedes especializarte en frutas, como manzanas o fresas... Hay mucho donde elegir y cada cual tiene sus preferencias, que es de lo que se trata.
Ten en cuenta que, al principio, si no has cultivado antes, tendrás que hacer cierta labor detectivesca para averiguar los requerimientos de las distintas plantas (luz, exigencias en nutrientes, frecuencia de riegos...) Todos los agricultores han pasado por esta etapa. Si no dispones de mucho tiempo y no quieres comerte el coco en exceso, quizá harías bien en empezar por unas pocas especies hasta que les hayas cogido el truquillo y te atrevas a ampliar tu repertorio. Hay hortalizas más delicadas o complicadas de cultivar que otras y también hay métodos diversos (como el de parades en crestall). Hay muchas guías más concretas sobre el tema hortícola urbano.
Una guía inspiradora.
También puedes hacer un huerto balconil de mucho éxito con plantas tan fáciles que casi se puede decir que crecen solas. El balcón comestible. Guía práctica seguro te anima… disfrútala.