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Otra manera de vivir |
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Jane Goodall Lumen Ensayo Random House Mondadori Barcelona, 2007 |
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Cuando la comida importa |
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Hay obras que no pueden empezarse a comentar sin referirnos a quien lo escribe. Este es el caso de Jane Goodall, una mujer que es toda una leyenda en la historia de la zoología moderna y de la cual debemos recordar algunos hitos en su vida. Ha dedicado buena parte de su trayectoria como científica al estudio de los chimpancés en África. Jane Goodall nació en Londres en 1934 y un viaje a Kenia en 1957 le permitió conocer al paleontólogo Louis Leakey que la animó a la investigación de los chimpancés salvajes en la Reserva de Caza en Gombe Stream (Tanzania). Su contribución a lo largo de décadas sobre la etología de estos primates le ha valido numerosos premios y galardones como la Hubbard Medal de la National Geographic Society (1995) o el título de Caballero del Imperio Británico o el Príncipe de Asturias en el 2003. Su obra en la Reserva de Caza de Gombe Stream ha sido ampliamente visualizada en revistas, reportajes televisivos, etc. lo que ha convertido este centro de investigación protegido en un Parque Nacional. Es el único lugar del mundo en el que se estudia a un grupo de chimpancés, sus miembros y genealogía desde hace 45 años ininterrumpidamente. En todo momento la Dra. Goodall ha desarrollado una intensa actividad también como divulgadora. En el año 2000 se publica su autobiografía "Gracias a la vida". La incorporación en el catálogo de Lumen de Otra manera de vivir es todo un acierto por la sinceridad y facilidad con la que nos adentra en el tema objeto de este último libro. Es precisamente como conclusión de su estudio etológico de los chimpancés que llega a la conclusión sobre la importancia del alimento como factor de desarrollo dentro de este grupo de primates. Por tanto, resulta lógico que dedique su capacidad intelectual a advertir que la calidad de la comida actual es una amenaza para toda nuestra civilización. Está convencida y atesora miles de kilómetros y visitas por todo el planeta para corroborarlo; Goodall como pocas personas puede de forma sincera advertir que la supervivencia de la humanidad depende de su capacidad para cambiar cada uno de nosotros, que de nada sirve culpar a los políticos, porqué para que estos defiendan leyes ambientales deben contar con el apoyo del electorado. Otra manera de vivir es sin duda un libro singular por la manera en que aborda la temática, llena de vivencias y de ejemplos, algunos de ellos impresionantes. Ciertamente, podemos encontrar otras obras más específicas para algunos de los temas que trata. Sin embargo, la obra de Goodall tiene la virtud de compilar los temas básicos que conforman este gran descuido colectivo al facilitar un sistema alimentario basado en el abuso de productos químicos, de animales domésticos sometidos a regímenes de esclavitud funcional, de la amenaza transgénica o de la destrucción de los sistemas naturales como las piscifactorías del salmón o los langostinos. Defiende el hábito del vegetarianismo, pero también la agricultura ecológica y comer productos locales y de temporada. Advierte sobre la comida en los comedores escolares y como los hábitos alimentarios actuales han incrementado la obesidad incluso en el sector infantil, la inminente crisis del agua, abordando la problemática del agua embotellada y sobre todo la necesidad de cambiar el mundo: compra a compra, comida a comida, bocado a bocado. Tenemos pues una oportunidad singular para valorar nuestros hábitos alimentarios actuales con una lectura amena y muy documentada. Estamos pues no sólo ante un libro de rabiosa actualidad sino de una obra con un formato muy agradable a la vista. En los capítulos dedicados a las granjas intensivas, el sufrimiento de los animales domésticos y al impacto sobre la pesca marina se encuentran algunos de los datos más curiosos que aporta que al gran público pueden interesarle. Por ejemplo, que Henry Ford, el creador de la cadena de montaje en las factorías de automóviles, se inspiró en los mataderos que arrastraban por unos raíles a las grandes reses; un personaje que además estaba fascinado por el fascismo de Hitler. También es curiosa la recopilación de casos de animales fugados camino del degolladero. Frente a estas contrastan la contaminación causada por los excrementos del cerdo y que en 1991 causó una grave crisis ambiental en las aguas del litoral de Carolina del Norte por los brotes del alga Pfisteria pisicicida que se calcula mató a mil millones de peces del río Neuse y provocó trastornos irreversibles a muchas personas que manipulaban pescado o se bañaron en sus aguas. Nos viene a colación a este episodio que la novela El quinto día también certifica a esta alga tóxica como una de las amenazas marinas más feroces y razón no le falta. Otra manera de vivir es también un libro para sensibilizar de forma positiva por lo que los últimos capítulos constituyen un manual de buenas prácticas que todos los humanos deberíamos practicar. Al fin y al cabo, somos lo que comemos, no sólo en el sentido más fisiológico sino también en el sociocultural. La creciente dependencia de la proteína animal es la detonante de la desforestación de la Amazonia por los cultivos de soja transgénicos o la obesidad infantil e incluso la destrucción de ecosistemas como el lago Victoria al introducir la perca del Nilo que hoy se vende a bajo coste en los mercados occidentales y que el director de cine Hubert Sauper ilustró en el brutal documental La pesadilla de Darwin. Pero queremos insistir que la lectura de Otra manera de vivir es apasionante e incluso adictiva. Los temas que nos plantea son cotidianos y nos abren los ojos con datos sorprendentes y demostrados. Queremos resaltar un párrafo del final del libro que ilustra el entusiasmo con el que se sucede toda la obra. Toda lectura y especialmente los libros de divulgación tienen en su mayor parte una buena dosis de escepticismo racional o distancia con la idea que de esta forma la opinión del autor no es relevante. Pero también es cierto que la capacidad para dejarnos seducir por un libro depende de la propia credibilidad del autor y sobre todo de su convencimiento y compromiso respecto a lo que escribe. Otra manera de vivir es en este sentido un magnífico ejemplo de compromiso vital y como decíamos, el compromiso vital de la Dra. Goodall queda bien patente. “Sí, colectivamente, nosotros, el pueblo, somos la fuerza que puede traer el cambio. Cada vez que salimos a comprar, cada vez que elegimos una comida en un restaurante, nuestras elecciones –lo que decidimos comprar o pedir- tiene importancia no solo para nuestra salud y equilibrio mental, sino también para el futuro del planeta. Afortunadamente, cada vez más gente se da cuenta de ello. Cada vez que un individuo cambia en su modo de vida, una persona más se apunta a la alimentación sana y ética”. La argumentación de que cada vez que compramos, emitimos un voto es de pura antología. En definitiva, una lectura fácil, imprescindible y que advierte con la sensibilidad exquisita que caracteriza a la autora. Al final se ofrecen interesantes recursos en forma de páginas webs de interés, bibliografía, entidades de apoyo, etc.
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