El científico noruego Thor Heyerdahl (1914-2002) sostenía la hipótesis de que los habitantes de la Polinesia (donde él vivió durante una década) eran descendientes directos de los habitantes del Este (Suramérica), y no del Oeste (Asia) como todos creían. Con un estudio detallado de los vientos, las corrientes marinas y convencido de su teoría, se propuso demostrar que utilizando sólo las fuerzas naturales del Pacífico se podía ir de la costa del continente latinoamericano, hasta las islas Polinesias. Así empezó una aventura de 101 días que le llevó a recorrer las 4.300 millas náuticas (6.437 km) que separan ambos puntos en el océano Pacífico. La balsa se llamó “Kon-Tiki”, el nombre del mítico antepasado de los polinesios que vino del este y que debía su nombre al dios solar que los Incas expulsaron tras una batalla, según la leyenda, en las orillas del lago Titicaca. La balsa fue construida a imitación de las usadas por los Incas y sería movida únicamente por las las corrientes ecuatoriales, -principalmente la de Humbolt-, y la fuerza de los vientos alisios que se mantienen en dirección este-oeste por efecto de la rotación de la Tierra. Los tripulantes llevaban, eso sí, algunas ayudas como relojes, mapas, cuchillos, sextantes, radio, etc.
Imagen (a la izquierda) de la Kon-Tiki original y la recreada en la película de noruega del mismo título (a la derecha) dirigida por Joachim Rønning y Espen Sandberg.
Esta gesta de las expediciones científicas del siglo XX tuvo lugar en 1947 y el relato de la misma se convirtió en un bestséller del ensayo juvenil. Todavía está disponible en lengua castellana bajo el título La Expedición de la Kon-Tiki publicado por la editorial Juventud y existe también en DVD un documental de 67 minutos que ganó un Óscar en la categoría de mejor documental en 1951.
Esta hazaña tiene tanto de científica, como de temeraria, incluso algunos la juzgaron de infantil. Sin embargo, Thor Heyerdahl, puso buena atención a todo el proceso de forma meticulosa, con el objetivo de intentar demostrar los indicios de una migración humana a través del Pacífico, desde el este al oeste. Para ello puso rumbo a Perú, para construir la misma embarcación con las técnicas y materiales que habrían podido utilizar los indígenas pre-colombinos. Luego, reunió a un equipo de seis expedicionarios, -entre ellos un cámara de cine-, para su propósito: zarpar desde el Callao para llegar a la Polinesia con una embarcación arrastrada por los vientos y las corrientes oceánicas.
Una hazaña científica, pero también temeraria en la que la naturaleza ocupa todo el protagonismo.
Las peripecias fueron innumerables en los 101 días de viaje con el océano como único escenario, afrontando dos fuertes tormentas que la balsa resistió perfectamente. La expedición cargaba con todos los alimentos necesarios, desde frutos, cocos, plantas y agua, y estaba preparada para capturar pescado como fuente de proteínas. Soportaron tormentas, pescaron tiburones e incluso les cayó sobre la balsa un pez de las profundidades oceánicas (Gempylus serpens) que descubrieron que de noche sube a la superficie. Tras 97 días de navegación, llegaron a la isla de Angatau, pero la corriente les impidió tocar tierra hasta cuatro días más tarde cuando la Kon-Tiki arribó al atolón de Raroia, en el archipiélago de las Tuamotu. Era el 7 de agosto de 1947.
Lamentablemente, las pruebas genéticas modernas demuestran que su teoría, por lo que a aspectos antropológicos concierne, no era cierta. Sin embargo, su convicción de que los mares antiguos fueron el espacio de comunión entre las civilizaciones le llevó en la década de los setenta a realizar tres expediciones más para demostrar los relaciones existentes entre Egipto y la América prehispánica, y luego entre Mesopotamia y la India. Más allá del éxito y de sus viajes, no hay duda que Heyerdahl demostró que los océanos no fueron barreras para las antiguas civilizaciones, sino un medio de unión entre las mismas. Él mismo, en el apéndice de su libro sobre la expedición de la Kon-Tiki admite: “Mi teoría racial no ha quedado demostrada irrefutablemente por el éxito de la expedición del Kon-Tiki, pero sí que demostramos que una balsa sudamericana permite a los pueblos primitivos ser capaces de emprender largos viajes oceánicos. La distancia no es el factor determinante en el caso de las migraciones oceánicas”.
La película Kon-Tiki relata las aventuras que vivieron los expedicionarios a bordo de una balsa de troncos, con la que atravesaron el Pacífico arrastrados por las corrientes marinas y los vientos entre la costa sudamericana y las islas polinésicas.
Kon Tiki es una película noruega hábilmente dirigida por la batuta de Joachim Rønning y Espen Sandberg, que han confeccionado un film que pretende ser un remake de aquel viaje de la "Kon-Tiki", sumándole aspectos de la vida de Thor Heyerdahl. Es una película que no se recrea con los personajes, ni con las heroicidades de esta épica aventura, sino más bien pretende destacar la experiencia misma de la aventura en la que la naturaleza toma proporcionas oceánicas.
Heyerdahl escribió más libros de sus expediciones e intuiciones históricas, y algunos de elos también fueron publicados en España por la editorial Juventud. Aunque está actualmente descatalogado, destacamos el título Fatu-Hiva: Retorno a la Naturaleza, en el que narra su vivencia en una de las islas polinésicas en los años treinta y que le inspiraría para creer en la emigración de los pobladores de América del Sur hasta las islas polinésicas.
En Oslo, la capital, noruega, se encuentra el Museo de la Kon-Tiki que recoge la actividad de Thor Heyerdahl y sus expediciones.
Ficha técnica
Título original: Kon-Tiki
Dirección: Joachim Rønning y Espen Sandberg
Actores: Pål Sverre Valheim Hagen, Anders Baasmo Christiansen, Gustaf Skarsgård, Odd Magnus Williamson, Tobias Santelmann, Jakob Oftebro, Agnes Kittelsen, Eleanor Burke, Manuel Cauchi
Guión: Petter Skavlan, Allan Scout
Música: Johan Söderqvist
Fotografía: Geir Hartly Andreassen
Género: Drama, aventuras
Duración: 118 min
País: Noruega
Web oficial: http://www.kontikifilmen.com/
Distribución en España: A contracorriente films
Estreno: 27 de septiembre 2013.