En las plantas superiores de un rascacielos de Wall Street, un grupo de banqueros, operadores de Bolsa y analistas observan la noche de Manhattan. Son los únicos testigos de las últimas horas de una era. Cuando el sol salga y abra la Bolsa, el mundo se verá envuelto en un colapso financiero de enorme magnitud... Un colapso que sólo ellos ven venir y que han contribuido a crear. En estas circunstancias ¿cómo puedes vivir contigo mismo?
La película explora las elecciones que hace la gente en sus vidas y cómo acaban perdiendo el control. Una de las virtudes de esta película es que su guión intenta aportar alguna luz para que la crisis sea algo más comprensible a un público amplio.
Tras la estela de la crisis que hizo tambalear los mercados financieros mundiales en 2008, mucha gente formuló esta misma pregunta a los ingenieros del desastre. ¿Cómo se enfrenta un hombre a la realidad del fracaso? Un fracaso que no sólo puede costarle el trabajo, sino que pone en peligro el sustento de millones de personas. Margin Call, es un fascinante y desgarrador thriller que nos lleva a un territorio propio: el corazón de uno de esos gigantes financieros de Wall Street demasiado grandes para caer. Hombres y mujeres abducidos por el poder de algo tan efímero como el dinero, porque nadie se lo lleva a su tumba para gozarlo en otras vidas. Sin embargo, la codicia, el afán por ganar dinero sí que se lleva por delante a miles de vidas humanas inocentes y convierte en miserables a la mayoría. Ésta no es una película de moral económica. No es una película que nos muestre cómo nos manipulan, ni cómo se enriquecen a cuesta nuestra los humanos que retrata Margin Call de forma aparentemente edulcorada, aunque no menos auténtica.
Director y guionista: JC Chandor
Actores: Kevin Spacey, Paul Bettany, Jeremy Irons, Zachary Quinto, Penn Badgley, Simon Baker, Mary McDonnell, Demi Moore, Stanley Tucci
Fotografía: Frank G. DeMarco
Música: Nathan Larson
Género: Thriller
Año: 2011
Duración: 109 min
País: Estados Unidos
Distribución: WANDAVISION
Estreno: 23 de septiembre 2011 (EEUU), 21 de octubre de 2011 (España)
Margin Call discurre durante 24 horas: desde el momento en que aparece la terrible sospecha de que algo va mal, hasta el reconocimiento total de la envergadura del desastre, al naufragio tanto personal como financiero en el que están sumidos... hasta que suena la campana y el "baño de sangre" de la Bolsa llega a su final. Desde los analistas junior a los grandes CEO (consejeros delegados), todos los miembros de la jerarquía corporativa deben lidiar con esa pesadilla hecha realidad, y con los papeles que han jugado en su creación.
Al final, Margin Call nos revela una verdad que es tan conmovedora como inquietante: que los hombres y mujeres que estuvieron en el origen de la crisis financiera no eran más que seres humanos corrientes que, por sus conocimientos, inteligencia y también sus asombrosas retribuciones, acaban siendo víctimas de sus negligentes, miopes e irresponsables prioridades. Sus decisiones despiadadas, les hacen supervivientes: sólo gana el primero, el más listo o el que miente. Es posible que Wall Street no tenga alma, pero los individuos que trabajan en sus santuarios de poder sí la tienen. Margin Call cuenta la historia de esas almas y de la noche más larga y oscura de sus vidas, en las que están al borde de un precipicio que ellos mismos han urdido. Pero la altura del precipicio por el que caen es distinta para cada uno de ellos.
Margin Call representa una oportunidad para hablar de la experiencia casi universal de ver cómo una situación se convierte en una espiral fuera de control. El equipo destaca la inteligencia del guión y la representación verídica de ese mundo, pero sin resultar melodramático o demasiado hollywoodiense. Están de acuerdo en que funciona de una forma sencilla, de una forma humana. Es la codicia el motor que aleja cada día a ingenieros de puentes y aeroespaciales de sus trabajos técnicos, hacia despachos con pantallas repletas de transacciones bolsarias internacionales las 24 horas al día. Humaniza todos esos acontecimientos que para muchos de nosotros resultan abstractos. Aunque todos estos financieros implicados empezaron a ser menos abstractos cuando esas compañías empezaron a derrumbarse. Un país entero sufrió las consecuencias pero la codicia se cebó en los más pobres y la clase media que creyó que era posible vivir por encima de lo que uno produce realmente. Todo el mundo sintió los efectos del daño que se les infligió. En este sentido Margin Call pretende formar parte de la narración de esa historia.
Margin Call provienen de una situación muy personal del guionista y director novel J.C. Chandor. La clave está en que su padre trabajó casi 40 años en Merrill Lynch (uno de los bancos afectados por la crisis financiera) así que conocía bastante bien ese mundo y lo que es más importante, sabía muy bien qué cosas y qué personas les preocupaban más. Chandor consultó con su padre y un amplio espectro de veteranos trabajadores del sector financiero. Todos ellos desempeñaron un importante papel para que Margin Call reprodujera de forma auténtica los escenarios y las personalidades propios del sector financiero. Tiene algunos visos realistas como conocer de primera mano cómo su padre tenía que contratar apresuradamente personal durante los periodos de alza para despedirlos cuando llegaban las vacas flacas. El director reconoce que se puede decir que Wall Street es un negocio que no está bien gestionado, en el que hay muy buenos brokers, muy buenos banqueros de inversiones y muy buenos vendedores, pero también es un negocio que resulta muy difícil hacerlo rentable todos los años. La realidad es que no hay muchas compañías realmente buenas en este negocio y que la picaresca y el engaño están a flor de piel. En cualquier caso que el espectador no se olvide que se trata de un thriller, un producto para entretenerse, aunque de paso permite que un hombre de la calle pueda comprender en cierto modo algunos de estos elementos a través de una historia de ficción y captar algunas de las miserias del mundo financiero, un mundo esencialmente canalla, traidor y cínico.
Kevin Spacey, que interpreta a Sam Rogers, un ejecutivo medio de larga carrera en la empresa que vive un profundo conflicto de valores.
Margin Call no va a revitalizar la Bolsa, impedir los desahucios, o devolver el dinero de los fondos de pensiones. Tampoco eso sería solución de nada ahora. Lo que esta película pretende, según afirman sus productores, es ofrecer al público una visión nueva e interesante desde un punto de vista dramático de cómo estalló la crisis, minuto a minuto. Argumentan que el público podrá reconocerse a sí mismo en los sueños, los demonios y los remordimientos de los personajes que se han edificado como los arquitectos de una catástrofe absolutamente humana. Una catástrofe en la cual por el momento estamos todos implicados mientras sigamos dando a los bancos y al mundo financiero las riendas de nuestras vidas merced al dinero que les entregamos para que jueguen peligrosamente con él. Una recomendación final: no se pierdan detalle del discurso del rubio Will Emerson conduciendo su cochazo por los puentes de Manhattan, el cinismo para justificar la supervivencia de su nivel de vida no tiene desperdicio. Ejercitar el músculo de respuesta rápida para argumentarle mentalmente lo contrario va a resultarnos cada vez más útil como práctica habitual en la selva en la que nos vamos adentrando.
[Atención: no veas este trailer si no te gusta que te cuenten demasiadas cosas antes de ver la película, te chafa algunas de las mejores sorpresas del guión]
Basado en el Pressbook elaborado por Wandavision. Fotogramas proporcionados por la distribuidora.