Una aventura extraordinaria

La historia, basada en el relato verídico recogida en el libro Freeing the whales, how the media created the world's greatest non-event, de Tom Rose, narra como un clan de ballenas grises atrapadas en el hielo ártico a principios de octubre de 1988 se convierten en un fenómeno comunicacional de la mano de un periodista, Adam (interpretado por John Krasinski, actor conocido por su participación en ‘The Office’), afincado en Alaska. Así pues, una familia de ballenas atrapada en el hielo será objeto de una controvertida a la vez que disparatada operación de rescate que implica desde los inuit, que inicialmente quieren cazarlas, hasta una activista de Greenpeace, Rachel (Drew Barrymore) que harán que un hecho cotidiano en la vida de las ballenas se convierta en una historia casi épica. La película tiene un fuerte trasfondo de crítica a los medios de comunicación, aunque pueda leerse también como un alegato ecologista. En realidad, el autor del libro critica y analiza como una noticia banal puede convertirse en un fenómeno y los costes derivados de ello.

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Título: Una aventura extraordinaria
Título original: Big miracle. AKA: Everybody loves whales
Director: Ken Kwapis
Guionistas: Jack Amiel y Michael Begler; basándose en el libro “Freeing the whales”, de Tom Rose  
Actores: Drew Barrymore, John Krasinski, Ted Danson, Kristen Bell.
Género: Drama
País: USA.
Año: 2012
Duración: 107 min
Apta para todos los públicos.

Las ballenas tratan de mantener el único agujero para respirar que les queda a más de 8 kilómetros de mar abierto pero que ha quedado cerrado por una inusual llegada del frío. Los hechos acontecieron realmente en 1988 y la noticia salida de la bahía de Barrow en Alaska dió la vuelta al mundo. Es un ejemplo de como lo que no dejaría de ser un simple anécdota local que hubiera terminado sin mayor trascendencia se convierte en una compleja situación que implicará desde un magnate del petróleo poco amistoso hasta unos militares duros de pelar y políticos atrapados por los medios de comunicación.

Aunque la película se basa en una historia verídica esta pertenece claramente al género de cine familiar, con una puesta en escena algo edulcorada pero que cumple con el objetivo de entretener y a la vez apelar a la necesidad de proteger a estos míticos mamíferos marinos. En un tiempo en el que la Comisión Ballenera Internacional sigue sin poder impedir la matanza de cetáceos (aunque sea por razones “científicas” de países como Japón, Noruega, Islandia, etc.) pues bien venido sea este film. Por supuesto, no es una película de denuncia y nada que ver con la verdadera crueldad que hay detrás de la muerte de los cetáceos que expone The Cove. Sin embargo, hay que reconocer que el guionista ha llenado muchos de los diálogos con datos no sólo sobre las ballenas sino también sobre la amenaza que supone la explotación de petróleo en el Ártico. Aunque se trata de un drama familiar la película lleva impreso el ritmo de un documental marcado por un estilismo perfeccionista y lleno de detalles técnicos en el guión. Hay que destacar también las impresionantes recreaciones animadas de las ballenas hasta la fotografía consigue atrapar al espectador. 

Los protagonistas en la ficción, Rachel y Adam verán como poco a poco la propia realidad les va superando y les arrastra casi sin rumbo mientras un alud de periodistas ha tomado la zona para no perderse el desenlace del drama. Pero la salvación de las ballenas depende de una insólita coalición compuesta por miembros de la comunidad inuit, una empresa petrolera y el Gobierno norteamericano que insta la participación del ejército estadounidense. Pero la salvación definitiva de las ballenas va a depender de la colaboración entre naciones enfrentadas, en los finales de la Guerra Fría. En este sentido, hay algún apunte sobre el retrato político de aquel año 1988 y que seguramente algunos pueden recordar porqué en el mes de julio, la plataforma petrolífera del Mar del Norte, la Piper Alpha explotó segando la vida a 167 trabajadores atrapados entre las llamas.

Algunos datos verídicos de esta historia
-Más de 150 periodistas procedentes de cuatro continentes, que representaron a más de 26 cadenas de televisión se reunieron en aquel puesto avanzado  de un poblado de inuits en Barrow, Alaska, donde el frío otoñal llegó inusualmente a bajar las temperaturas hasta provocar una sensación térmica de 50 grados bajo cero en determinados momentos.

-La historia de este rescate tiene que ver con la activista ambiental Cindy Lowry, directora ejecutiva de la oficina de Alaska de Greenpeace, en aquella época.

Escena de la película Una historia extraordinaria. La activista de Greenpeace frene al ballenato atrapado.

-El costo económico total que supuso la cobertura que realizaron los medios de comunicación sobre el rescate se calculó en 5.795.000 de dólares.

-El oficial del ejército norteamericano, un coronel de la Guardia Nacional de Alaska conoció a la ayudante del Vicepresidente del país que viajó hasta el lugar, se enamoraron y se casaron, todo por tres ballenas desventuradas.

- A pesar que la antigua Unión Soviética sigue siendo uno de los principales cazadores de ballenas grises por un instante fueron esenciales para el rescate de las ballenas.

-La empresa petrolera implicada en la explotación del Ártico, ARCO, es la que participó en el rescate de las tres ballenas varadas en Barrow. Sin embargo, a pesar del dinero que gastó en relaciones públicas durante el evento, esta empresa no hizo nada para descontaminar más de 11.000 hectáreas de la tundra ártica que según la Agencia de Protección Ambiental habían arruinado por la extracción de petróleo.

Modificado
09/02/2017

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