2 enero 2004. El gasto de
las familias españolas durante el año 2003 para alimentos, bebidas y
tabaco ha supuesto sólo el 20,55 % del total del consumo, mientras los
demás gastos acapararon el resto del desembolso. En el tercer
trimestre, el consumo en alimentos fue tan sólo de 381,33 euros por
persona contra los 1.473,4 euros para bienes y servicios. Esta última
cifra se calcula que la mitad de las familias españoles la invierten en
la hipoteca para pagar la vivienda. No es extraño que ante estas cifras
un 57,7 % de los hogares de nivel medio estima que tiene cierta
dificultad para llegar a finales de mes y tan sólo un 34 % de los
hogares dispone de ingresos como para destinar una parte al ahorro. Un
cifra que hace sólo dos años se situaba cinco puntos por encima. Sin
embargo, si valoramos que la salud es el bien más preciado que tenemos
los humanos sorprende que le dediquemos tan poco dinero a los
alimentos: nuestra principal fuente de salud. Este indicador es
preocupante porque radiografía una población que invierte poco en
comida de calidad y, por tanto, que es ajena a un principio básico: de
lo que se come se cría. |