Econoticias nº 9. El impacto del vertido de Aznalc
|
25 abril 2002.
Hace 4 años, a las 3.30 de la madrugada, del sábado 25 de abril de 1998
se produjo la rotura del dique de la balsa de residuos de Minas de
Aznalcóllar, y más de cinco millones de metros cúbicos de lodos tóxicos
fueron vertidos al río Agrio, afluente del Guadiamar. En pocas horas
los lodos y el agua tóxica cubrieron más de 5.000 hectáreas. La
historia de una de las mayores catástrofes ecológicas, cuyas
dimensiones se deben a la desidia de las administraciones central y
autonómica, había empezado. El desastre esparció cerca de 2,5 millones
de metros cúbicos de lodos por los cauces del Agrio y el Guadiamar.
Según el CSIC, los lodos vertidos contenían 8.000 gramos de zinc por
tonelada, 8.000 gr. de plomo, 5.000 gr. de arsénico, 2.000 gr. de
cobre, 90 gr. de cobalto, 55 gr. de talio, 70 gr. de bismuto, 28 gr. de
cadmio y 15 gr. de mercurio. Los lodos también contenían de 4 a 10
gramos por tonelada de aminas aromáticas e hidrocarburos policíclicos.
El responsable directo de este desastre fue la empresa Boliden Apirsa,
propietaria de la presa. Boliden pertenece al grupo Trelleborg, con
sede en Toronto (Canadá). Cuatro años después de este lamentable accidente, la mina ha cerrado, 425 trabajadores han perdido sus empleos, y según un informe de la Escuela de Minas de la Universidad Politécnica de Madrid, la contaminación afectará durante al menos los próximos 75 años al acuífero Niebla-Posadas. |
|
El caso de Aznalcóllar no fue un hecho aislado, pues en España, según Adena/WWF, existen todavía 743 balsas mineras. A pesar de la triste experiencia de Aznalcóllar, actualmente se encuentra en fase de información pública el proyecto de apertura de una nueva mina a cielo abierto, entre Gerena y Guillena, en plena área de influencia de Doñana, y a sólo 25 Km de Sevilla, por parte de una empresa minera de EE UU. La presencia de este tipo de balsas que contiene habitualmente metales pesados suponen una bomba de relojería sobre el territorio en qué se ubican. La persistencia y la bioacumulación, muy especialmente de elementos como el cadmio y el arsénico, hace que se acumulen en los ecosistemas y sus efectos pueden notarse, aunque de forma lenta e insidiosa, a lo largo de muchos años.
misma juez ya había archivado en 1996 las diligencias por las filtraciones en el dique de la balsa minera.
Modificado
09/02/2017