Si
uno no está contento con lo que le rodea, aunque sí agradecido, lo
mejor que se me ocurre hacer para no caer en la desesperanza es pasar a
la acción. Uno puede aplicarse en acciones de esas que son pequeñas
pero poderosas, que a primera vista pueden parecer poca cosa, pero
importantes en manos de mucha gente. Suma conocimiento social y
conciencia, olvídate de liderar cualquier movimiento soñado, pero no
demores en formar parte en él para impulsarlo.
Aunque
en muchas ocasiones no acierto, sé que es imposible llevar una vida
perfecta según dicta el sueño sostenibilista. Pero es bastante posible
hacerlo un poco mejor hoy que ayer, un poco mejor cada día. Lo primero
que me atrevo a proponer es ser consciente de las opciones. El segundo
paso, y me inspiro en una lectura de un ecoerudito, es hacer diferentes
elecciones ahora y entonces. Esto pasa por ir dejando a la diosa
comodidad, por lo menos un poco. Puedes elevar este principio a las
alturas de tu responsabilidad con tu mundo, tan bello y amplio. Si
haces una nueva elección más sostenible, por ejemplo una o dos semanas
de cambios cada año, al final tendrás varias docenas que habrán
transformado tu vida. Sólo te propongo, y por que en ello vibro, que lo
hagas durante tiempo suficiente, con toda la compañía que puedas en tu
entorno. Tu y yo y todos, con nuestro compromiso y felicidad si
transformaremos el mundo, pero con el privilegio de pasar
desarpecibidos entre nuestros compañeros de especie.
Te
comento algunas ideas y acciones para restar energía o descarbonizarte
(quitarte emisiones de carbono de encima) poco a poco en la vida
cotidiana. Te comento cosas que yo ya hago para reducir mis emisiones
de CO2, y cada día que pasa, de verdad, me lo paso mejor.
Me preparo el gel casero. Para
higiene corporal e incluso para lavar la ropa poco sucia, ahorrando
recipientes (recupero botellas de plástico o reutilizo maravillosos
frascos) y quitándole transporte a los botes habituales. Mírate este diario y
no lo dudes, incluso puede servirte de regalo para los fastos
venideros. No olvides pasar la receta y estar contento con su uso ya
que el jabón casero es un producto sin riesgos.
Me preparo algunos aceites sanadores.
Estos
días he pedido varios aceites esenciales, todos procedentes de cultivo
ecológico, para preparar aplicaciones recuperadoras sencillas, sobre
todo aliviar congestiones típicas del invierno. En breve lo explico y
paso las fórmulas.
Me hago mis germinados. Ahora
que llega el invierno le toca activación al germinador. Soja, alfalfa,
frenogeco, mostaza, pipas, lentejas... se convierten en auténticas
dosis de vitaminas, nutrientes y energía. Un bote de vidrio recuperado
con una gasa en su boca cogida con una goma elástica es
suficiente para ir obteniendo mini dosis divinas, un remojo al día es
suficiente y un espacio oscuro ideal.
Con leche ecológica me preparo el yogur.
Cuando
puedo la caliento con el sol, sino con combustible normal, y cuando la
olla alcanza los 45 grados (mido con termómetro infrarojo, pero si
metes el dedo y notas que te comienza a quemar estás en el punto), la
coloco en una cesta aislante que no es más que una caja de cartón y
rodeada primero por una toalla y luego por una buena manta: A
las 6 horas el rico yogur está listo; obtener el primero suele ser
muy emocionante, no te lo pierdas. Yo me lo hago con
leche procedente de cultivo ecológico, y el inevitable
tetrabrik lo llevo a la recogida selectiva. He oído que en breve
la tecnología separará el cartoncillo, el aluminio y el plástico del
popular recipiente, ...ya era hora.
Cocino al sol, con horno solar o parabólica. Tengo
el privilegio de disponer en el kurro de una terraza donde llegan
los fotones de esa central energética única, después de recorrer 150
millones de kilómetros en casi 9 minutos. El aluminio reflector de la
parabólica Ksol 14 los
rebota a la olla. Mira que llevo años cocinando cuando puedo con el
sol, pero cada día que pasa me emociono más de lo previsto. El sol, su
energía y yo tenemos una convenio íntimo del que sólo es felicidad lo
que se desprende.
En
ocasiones uso un horno, que es una caja aislante abierta al sol con un
vidrio, es más lento pero igual de emocionante. No te pierdas
la Solar Conference que
llenará Granada el próximo mes de julio 2006 con el mayor número
de promotores mundiales de esta sabrosa y necesaria aplicación de
aprovechamiento de la energía solar térmica. No te lo pierdas, nada
puede ser lo mismo después de la conferencia y demostración activa.
Me muevo en bici, y cuando llevo carga con un carrito. Después de 3500 kilómetros urbanos rodados con mi bici en
poco menos de dos años, las transformaciones para hacerla más completa
han sido culminadas. Llevo delante y detrás un sistema de agarre de
bultos que es extraordinario. Tengo una cesta original y una mochila
adaptada que se acoplan en menos de un segundo y lo mismo se tarda en
sacarlas del soporte. He probado dos carritos
y los utilizo para transportes de paquetería. Uno es un clásico con caja
de plástico cogido a la horquilla trasera, eso sí, tengo que hacerlo
con la bici más grande, especial para transporte. Con la plegable Dahon
Boardwalk D6, lo que he llegado a colocar en su portabultos puede
sorprender a más de uno. Una vez me encontré un sillón colgante y
trasladarlo fue un gustazo, ahora cuelga de la rama de un
árbol en la casa de un buen amigo. El metro, mi bici y yo, somos
inseparables en desplazamientos urbanos. Ahorro emisiones de
CO2 al desplazarme sin quemar combustible, ahorro en insfraestructuras
y energía ya que no uso el gimnasio para mantenerme en forma. Por
todo esto esta mi bici matriculada con el NO OIL.
Descarbonizándome (II)
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