En el mundo del activismo social hay una entidad que destaca por su visión provocadora. Lo hace esencialmente a través de la revista sin fines de lucro, Adbusters. Su función es denunciar, de una forma multidisciplinar y a la vez con un diseño y estética rompedora, la erosión social que están provocando las corporaciones que alimentan el consumo desaforado que nos esclavizan. El equipo de redacción está ubicado en Vancouver y lo forman artistas, periodistas, filósofos, activistas. Promueven también el activismo contra el consumo a través del movimiento Culture Jammer Network.
Una revista de referencia del movimiento antisistema con consciencia y compromiso diario.
Adbusters ofrece artículos filosóficos incisivos y propuestas de activismo social con temas que van desde los alimentos modificados genéticamente a la concentración de los medios de comunicación en manos de las grandes corporaciones. Entre sus campañas de marketing social cada año incentivan la celebración del Día de No Comprar Nada y de la Semana Detox digital o de no consumir información.
Adbusters es una revista editada en inglés sobre ecología mental dedicada a examinar la relación entre los seres humanos y su entorno físico y mental. Propugnan un mundo en el cual la economía y la ecología vayan de la mano y mantengan un equilibrio sensato. En este menester, por un lado buena parte de los artículos arremeten contra la desinformación corporativa, las injusticias de la economía mundial, y las actividades industriales que contaminan nuestros bienes comunes físicos o mentales. Por el otro, incentivan que dejemos de ser espectadores del mundo del consumo para ser activistas que no se dejan arrastrar por la publicidad consumista. En definitiva, propugnan desde la acción personal un cambio de estilo de vida. El no consumo es una opción, pero también l es el no sucumbir al alud informativo que nos paraliza e impide pensar con consciencia.
Este activismo que nos propone el equipo de Adbusters intenta a veces desenmascarar la ideología global que subyace tras determinadas marcas "mundiales" que no contribuyen precisamente a un mundo más sotenible (aunque se hayan vestido de verde!). Para la última campaña (primavera 2014), emulando las zapatillas deportivas de las marcas, han fabricado una imitación de zapatillas deportivas, las Unswoosher producidas en Portugal y hechas con 100 % de cáñamo orgánico y suela de neumático reciclado. Se trata de zapatos amigables con la Tierra. Una curiosidad de su diseño es que en la punta de las mismas hay un punto rojo por patear el culo de las corporaciones que nos esclavizan. Una forma de visualizar que con cada paso que damos alzamos nuestra punta roja contra la moda de las zapatillas deportivas de las mega corporaciones como Nike, Adidas o Reebok y mostrar como con nuestro calzado podemos contribuir a un nuevo paradigma a favor de la liberación consumista.
Adbusters nos incita a imaginar un mundo en el que dominen las tiendas de bricolaje, las tiendas de bicicleta, las tiendas de ropa casera, las ferreterías locales, o estaciones de servicio cooperativas, los restaurantes vegatarianos y los bancos cooperativos; que todas estas tiendas locales superan en número a los almacenes globales propiedad de las grandes corporaciones.
Su mensaje en esta ocasión sería "póngase un par de zapatillas Unswooshers y únase con nosotros en las calles ya que juntos podemos acabar con las megacorporaciones impulsando un movimiento social a partir de los restos de la sociedad consumista ahora imperante".
Cómo lector enamorado de Adbusters aprovecho esta ocasión para calzarme estas zapatillas recicladas y orgánicas para continuar visualizando que otro mundo es posible desde la imaginación, pero sobretodo desde el compromiso de nuestra acción de cada día.
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