Un artículo este para ver el mar con ojos de sostenibilidad, como un gran espacio esperando entregarnos procesos energéticos de energía segura, limpia y renovable. Es el Grial de nuestro tiempo y el lugar donde buscarlo puede estar en el mar. El viento, las mareas, olas y corrientes marinas pueden convertirse en electricidad. Junto a Blåvands Huk, en la costa occidental de Dinamarca, puede verse en días claros, en el horizonte, unos 80 aerogeneradores que giran sin cesar. En medio del mar, a 15 km de la costa, resisten tempestades y oleaje. Desde la playa parecen de juguete, pero son molinos enormes con una capacidad hoy de 2 MW cada uno. Pero mejora continuamente, porque la tecnología eólica gana eficiencia cada año. Ninguna fuente de energía crece hoy tanto como la tecnología que convierte el viento en electricidad. Aunque pueden criticarse las ubicaciones donde están instalados o se quieren construir algunos de estos parques, resulta innegable que esta fuente de energía es imprescindible para reducir las emisiones de dióxido de carbono y ralentizar de esta manera el cambio climático. Será una de las grandes energías del futuro pues se trata de una fuente de energía limpia e inagotable. Pero hasta ahora buena parte de los parques eólicos se han construido tierra adentro y se ha desaprovechado la fuerza del viento en el mar abierto. Los parques offshore, como se llaman los parques con aerogeneradores marinos, tienen la gran ventaja de que en el mar el viento sopla más continuo y con más fuerza, así que puede producirse más energía. Además, el impacto medioambiental parece menor que en la misma costa. Los países avanzados en este tipo de parques son Dinamarca, donde el 20% de la energía anual que produce proviene del viento –terrestre y marina–, Gran Bretaña y Holanda. España, aunque cuenta con un gran capacidad instalada de energía eólica –de hecho, es el segundo mayor productor del mundo–, no dispone hasta ahora de ningún parque marino, pero se están tirando adelante una docena de proyectos que serán realidad en los años inmediatos. Aquí, en el litoral de la península Ibérica, hay mucho recurso en el gran azul para extraer una enorme cantidad de energía de fuentes limpias y renovables, solo hace falta para ello, creerlo, quererlo, desearlo y combatir con las fuerzas que pierden en su sucio terreno energético. Sin duda, el futuro comienza a estar cargándose de buenas energías, y el mar, ese anhelo de supremacía natural, es ya el gran aliado.
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