El faro de las orcas

Lola viaja con Tristán, su hijo con autismo, hasta el fin del mundo para encontrarse con Beto, un guardafauna que tiene una relación muy especial con las orcas salvajes en la Patagonia Argentina. La determinación de Lola de luchar por su hijo, la peculiar personalidad de Tristán y su especial relación con la naturaleza harán que la vida de todos ellos cambie para siempre.

Basada en hechos reales EL FARO DE LAS ORCAS es una búsqueda de los valores esenciales de la vida y su encuentro en las cosas simples y en la sabiduría de la Naturaleza. La historia se desarrolla en Península Valdés, Patagonia, un privilegiado rincón del planeta donde la fuerza de la naturaleza expresa poderosamente su lenguaje.

Roberto Bubas (1970, conocido como Beto) es un guardafauna en la Península de Valdés desde 1992, año en que dio comienzo al monitoreo de la población de orcas de la Patagonia y sus estrategias de caza, proyecto de investigación declarado de Interés por la Legislatura de su provincia y becado por National Geographic Society. Durante casi dos décadas estudiando el comportamiento de orcas en libertad, sumando más de cuatro mil horas de observación, y es considerado una de las personas en el mundo que más conoce sobre estos grandes cetáceos. Un reconocimiento internacional que como sucede a veces no ha sido avalado por los administradores de las reservas naturales de la Patagonia.

Vaya por delante que las orcas estudiadas por Beto se conocen en todo el planeta por su técnica del varamiento intencional para cazar las crías de lobos marinos. Gracias al estudio continuado de este grupo de orcas Beto pudo averiguar que sólo siete animales tienen la habilidad para quedar con medio cuerpo fuera del agua para cazar y salir del varamiento. Lo curioso es que solo cinco hembras adultas son las que transmiten esa técnica a la descendencia y aunque de orcas hay muchas el interés por esta población es porque, según el guardafauna, estos cinco animales están sosteniendo una cultura de aprendizaje para la alimentación del grupo que es única en el mundo.

Beto, no es un guardarfauna al uso ya que le lastra la muerte de su mujer y su hijo en un trágico accidente, por lo que su relación con la población de orcas que frecuentan las playas del faro para cazar lobos marinos se convirtió en el motivo de su vida y esta relación entre las orcas y Beto fue más allá de la simple observación naturalista.  La película recoge algunos de los hitos de esta exitosa aportación naturalista por parte de Beto, pero sobretodo se centra en un episodio emocional que sirve de base para darle el tono dramático a una historia que aunque previsible sabe atrapar al espectador. No es una película para críticos de cine ni amantes de trhillers, comedias de enredos o argumentos complejos. Es sobretodo una película para disfrutar de la Patagonia, su naturaleza, sus gentes.

El Faro de las Orcas ilustra pues el episodio verídico de la vida de Beto con una madre y su hijo autista.  Lola es una madre española que está convencida de que Beto y su relación con las orcas  pueden ayudar al autismo de su hijo. Hoy esta terapia con animales, especialmente, caballos pero también delfines y otros animales silvestres está probada que puede ser muy útil para dar mejoría a determinadas deordénes cognitivos.

La vivencia de una experiencia con las orcas por parte de este niño, Tristán, es el disparador de un viaje hacia el reencuentro de una madre con su hijo, pero es también al mismo tiempo una travesía movilizadora hacia la esencia de la búsqueda que cada ser humano emprende al nacer.

El Faro de las Orcas nos narra los trasiegos del guardafauna, intentando que Tristán tenga una experiencia personal con las orcas, lo cual los conduce por paisajes y situaciones que propician tal reencuentro. Él mismo transita también una búsqueda, sacudido y aquietado muchas veces por la soledad y la desesperación por no perder el contacto íntimo con la naturaleza salvaje del lugar en el que ha transcurrido la mitad de su existencia. Cierto que los personajes son en si mismos algo insólitos, un soliario, una mujer que sobreprotege a su hijo y un niño ajeno a toda realidad pero que es capaz de alterar todo el orden que le rodea con su desorden. Hay momentos en los que el interés decae un poco por previsible y poco a poco vamos conociendo la historia íntima entre ellos. Es el episodio de un hombre obsesionado por conocer la orcas y que en 2009 fue trasladado de la famosa playa de las orcas cazadoras de lobos marinos en la orilla. Sin embargo, su traslado a otra reserva no impidió que ahora sean las orcas que le vayan a visitar.

La imponente belleza de las orcas, la fuerza de la naturaleza, lo inhóspito del paisaje, la soledad, la simpleza y generosidad con que los lugareños se brindan a su paso, crean la atmósfera propicia para que el proceso se produzca. Y las experiencias resultan transformadoras para todos los que intervienen en la historia.

Finalmente, nunca sabremos a ciencia cierta si fueron las vivencias conmovedoras, la magia de las orcas, o la totalidad reunida por la extraña alquimia del destino lo que causó una leve mejoría de Tristán. Lo verdaderamente importante es que el "niño-orca", se animó por fin a desandar el camino y comenzó a transitar el puente de regreso hacia el mundo de los hombres. Es un viaje hacia el reencuentro de una madre con su hijo, y al mismo tiempo, una travesía movilizadora hacia la búsqueda que cada ser humano emprende al nacer.

Una producción española de primer orden
La película comenzó a gestarse hace más de 12 años. Fue durante el rodaje de La puta y la ballena -dirigida por Luis Puenzo y protagonizada por Aitana Sánchez-Gijón- en 2004, cuando el productor José María Morales conoció a Beto. «Me quedé fascinado cuando me contó su historia, pero él no quitaba ojo a los prismáticos que yo llevaba al cuello», cuenta Morales. «Le pregunté si le gustaban y me contestó: 'hombre, unos Swarovsky...'. Le dije medio en broma que le cambiaba aquellos prismáticos por su historia y aceptó. Finalmente, en diciembre de 2016 El faro de las orcas  se estrenas bajo el sello de Wanda Films.

Una de las características de este film más allá del trabajo impecable de los actores como Maribel Verdú (Lola), Joaquín Furriel (Beto), Quinchu Rapalini (Tristán) está la tarea de su director Gerardo Olivares, que contó con un impresionante equipo en el ámbito de los efectos especiales con la participación de la empresa de animatronic DDT, supervisada por David Martí y Montse Bibé, así como de  Guillerno y Javier Bollaín como responsables de la animación por ordenador (CGI). Esta combinación entre orcas salvajes y las digitales y robotizada crea escenas de un dramatismo excepcional.

Gerardo Olivares (1964) ha sido durante décadas director de documentales para Televisión Española, pero en los últimos años saltó a la ficción con filmes como La Gran Final (2005), 14 kilometros (2006), Entrelobos (2010), Hermanos del viento (2015), esta última pendiente de estrenar en 2017. De él se pueden destacar muchas características, pero resaltamos su sensibilidad al abordar sus historias, curiosamente basadas en hechos reales. Precisamente, esta pasión por narrar en el cine historias verídicas es el gran logro de sus trabajos. Historias como la de Marcos Pantoja, la persona que vivió entre lobos estaba en un libro de antropología. Gerardo Olivares convirtió esta historia en un canto a la libertad y a la superación. Probablemente,  su mérito es que además de llevar a cabo las tareas de dirección también es el guionista de todos estos filmes de ficción basada en la realidad.

Las orcas de Animatronics
El equipo de la película pudo rodar en el Canal de Ataque de Punta Norte en la Península Valdés, Patagonia, un espacio natural donde solo tienen acceso fotógrafos y cineastas de prestigio dado que desde estas playas se han obtenido las famosas imágenes de las orcas lanzándose sobre las crías de lobos marinos, un comportamiento único en el planeta por parte de estos cetáceos.

Sin embargo, una de las bazas de este film ha sido el acierto de encargar una orca robotizada con la que se han podido rodar escenas que de otra manera hubieran sido impensables con orcas en libertad. En este sentido, estamos acostumbrados a los efectos especiales de las grandes producciones norteamericanas, sin embargo, aquí queremos destacar el magnífico trabajo ingenieril que conllevó fabricar la parte delantera de una orca robotizada de tamaño real.

Un robot de orca que realiza todas las funciones del ser real, abril la boca, respirar, moverse, etc. Este trabajo con una orca robot de la empresa DDT fue completado por el equipo de animación digital dirigido por Javiér Bollaín que pone la guinda a una escenas increibles que hacen soberbio este film.

Cartel del film de Gerardo Olivares, producido por Wanda Vision.

Ficha técnica
Título original: El Faro de las Orcas. Un lugar para soñar
Director: Gerardo Olivares
Protagonistas: Maribel Verdú, Joaquín Furriel, Joaquín Rapalini Olivella, Ana Celentano, Osvaldo Santoro, Federico Barga, Ciro Miro, Alan Juan Pablo Moya, Zoe Hochbaum, Juan Antonio Sánchez
Guión: Gerardo Olivares, Lucía Puenzo y Sallua Shek, basado en el libro "Agustín corazónabierto" de Roberto Bubas
Productor: José María Morales
Director de Fotografía: Óscar Durán
Música: Pascal Gaigne
País: España-Argentina
Género: Drama
Duración: 100 min
Estreno en España: 16 de diciembre 2016
Distribución: Wandavision

Artículo elaborado por la redacción de terra.org. Imágenes del film servidas por Wandavision

Changed
09/02/2017

Sign up for Terra Bulletins

We’ll keep you up to date with Terra news

Help us to find solutions for the #climateemergency

Please donate now

 

Facebook Twitter YouTube LinkedI