|
|
El
14 de abril de 1931 se proclamaba de forma incruenta la Segunda
República Española. Un período de la historia de este país brillante y
de grandes logros sociales y culturales pese a su corta duración. La
experiencia fue liquidada de facto con el alzamiento militar
protagonizado por el General Franco y que abriría la fractura de una
Guerra Civil entre 1936 y 1939 que daría paso a la Dictadura que habría
de durar casi 40 años.
Más allá de las interpretaciones históricas y de las lógicas apetencias
ideológicas de cada cual la Segunda República de la que hoy, 14 de
abril de 2006 se celebra el 75 aniversario permitió el florecimiento de
un desarrollo sociopolítico del que todavía en algunos aspectos no se
ha conseguido con 30 años de democracia. Por tanto, es emocionante que
haya colectivos que nos recuerden que la proclamación de la Segunda
República supuso la libre determinación de los hombres y las mujeres
con la creación de un nuevo régimen con los ingredientes para crear un
ambiente de libertad y convivencia democrática.
Así que hoy me he unido a los actos festivos para conmemorar este
evento histórico que permitieron florecer ateneos, cooperativas,
escuelas populares, y leyes como el voto femenino, el divorcio, la
regulación de la semana laboral, etc. A la vez se fomentó la alianza
fraternal entre los pueblos por lo que se aprobaron los Estatutos de
autonomía. Sin embargo, todo duró muy poco, pero fue suficientemente
valioso para que un colectivo como Amical de la República pretenda
estimular un espacio amplio de celebración civil, pedagogía de la historia y homenaje a la dignidad y valores del republicanismo.
Este país tiene sus propios demonios, pero hay que superarlos. Es
evidente que la situación sociopolítica de los años 30 no era la
actual. Por ejemplo, la estructura de la población española en la época
estaba dedicada en un 45,5 % a la agricultura y el resto por mitad a
servicios e industria, con una tasa de analfabetismo del 32 %.
Lo cierto es que los valores del republicanismo merecen mi atención por
su vertiente ecológica puesto que la libertad de consciencia y la
laicidad son dos valores puntales para fomentar una sociedad sostenible
también en lo ambiental. La necesaria economía solar debería florecer
del fomento de cooperativas de trabajo, de consumidores, de movimientos
asociativos que impulsen la austeridad, la implantación de la
eficiencia energética y las renovables o la alimentación ecológica. Los
ateneos, la educación popular de adultos siguen manteniendo su vigencia
y quizás sería importante que se impulsaran en aras de una nueva
cultura socioecológica. Que con tanta nueva cultura del agua, del
papel, de la energía, de la alimentación, quizás como que se impone una Cultura Socioecológica (CS) inspirada en los valores del republicanismo laico.
En fin, con todos estos devaneos me he paseado por el centro de
Barcelona invadido de colores republicanos merced al emotivo homenaje
promovido por la plataforma cívica Amical de la República. Ofrendas
florales al monumento a Francesc Macià que fue el Primer Presidente de
la Generalitat Republicana en un ambiente festivo-cultural y
político ha reunido a un nutrido colectivo de paisanos que les siguen
emocionando la libertad, la igualdad y la fraternidad. Viejos ahora,
jóvenes cuando vieron despertar la utopía de la Segunda República. Un
despertar que aunque silenciado todavía lo recuerdan con emoción. Con
la misma emoción que la juventud ha defendido en el acto que es
imprescindible recuperar los valores republicanos. Un juego de humos de
colores ha envuelto a la ofrenda floral que ha emocionado a viejos y
jóvenes. Un sol amable quizás se ha sumado a la fiesta de la República
celebrada, pero con su intensa radiación quizás ha querido recordarnos
que sin economía solar, solidaria y cooperativa ni este régimen ni
cualquier otro tiene futuro. Viva la República.
|
|