En Girona se respira todo lo bueno que tienen las ciudades completas
y de moderado volumen. Visitar el casco antiguo de la ciudad es
un regalo para navegantes ávidos del encuentro con señas de los tiempos
lejanos, por eso hoy he disfrutado de una parte de esa ciudad cuando
iba camino del cielo. Y no te digo na si coindice la visita, como me ha
ocurrido a mi, con esa espléndida idea expositiva llamada Temps de Flors
(Tiempo de Flores). Aunque era el último día, he disfrutao un rato de
los regalos de la exposición de flores, monumentos, patios y jardines
que desde hace 51 ediciones, se celebra en la ciudad. Y es seña de
identidad total, y no menos cuando las zonas mejor conservadas de la
antigua Girona se llenan de primaverales aromas, colores y sensaciones. Después
del orgasmillo cultural disfrutón matinal, o sea, la visita con vistas,
he iniciado el camino más recto en mi particular ruta al cielo. Por
cierto, si te apetece puedes también viajar rápido al destino que me he
disfrutado, mira aquí.
Primera parada camino del cielo. En la tienda modelo de BioSpirit,
dedicada a la venta de viandas y productos saludables. El objetivo de
la visita ha sido observar, conocer, y utilizar (hemos comprado 100
gramos de lentejas rojas), un innovador sistema de recipientes
diseñados para la venta a granel de cereales y frutos. He flipao con
las calidades de diseño, todo el su sitio, todo útil y práctico, todo
pensado para que si quieres puedas evitar un montón del consumo de
bolsas y envases si reutilizas los que ya tienes. Además, como trabajas
por lo que te interesa, ahorras algo en la compra, ya que lo embolsado
lo ha sido con trabajo y energía, y claro, hay que pagarlo. Por si es
de tu interés conocer más del sistema, mira el web de la empresa
fabricante aquí.
La siguiente parada camino del cielo la he hecho en los almacenes de
BioSpirit, que distan a unos 4 km de la ciudad. BioSpirit se ha
convertido en el mayor distribuidor de viandas procedentes de la
agricultura sin venenos, y ahora después de 13 años de kurro del bueno,
siguen consolidando sus ecolabores. Alimentos y elaborados diversos,
donde no falta nada y envasados en los volúmenes de consumo más
habituales: cereales, semillas, legumbres, etc. Los productos
para la higiene y la limpieza sin riesgos de exposición a químicos
chungos es completa e innovadora. Aceites y caldos de uva de las
cercanías, los pioneros y super ecovalorados de Albet i Noia son
novedad para ellos. La gran oferta de productos BioSpirit no es difícil
encontrarla en tiendas de alimentación saludable, los cuales se
distinguen en seguida por una etiqueta luminosa que irradía confianza.
Hoy, en la bianual jornada de puertas abiertas, han presentado, aparte
de las instalaciones de los almacenes y su distribución, un innovador
carrusel automatizado para los pedidos de pocas unidades y unas
máquinas de envasar que hacen casi todo y
velozmente.
En ruta y a no más de 15 km de los almacenes, he llegado al CEL, que
es traducido del catalá, CIELO, y que aquí lo que significada es Centro Ecológico Llemena, ecofinca donde las gentes de Luz de Vida,
empresa madre de las tres iniciativas aquí comentadas, han creado desde
la aplicación de criterios sostenibles y los conceptos de la
permacultura un lugar especial abierto al público para pasar unos días
de vacaciones, relax, cursos.. Eso sí, en un entorno como dicen
ellos y que yo confirmo, tranquilo y energético, cuyos únicos sonidos
pueden ser el fluir del agua, el canto de las aves y el susurro del
viento circulando entre las hojas de los árboles. Pues bien, ponle a
este escenario una muestra activa de una gran parte de los productos
que comercializa BioSpirit,
con cata de los mismos y de las novedades recientes. Únele también el
compartir diálogos entre gentes del comercio ecológico, con paseo
incluido por el entorno de la masía del siglo XII rehabilitada, o una
exposición de soluciones ecológicas. Entre toda la oferta he podido
conocer una depuradora biológica de la empresa Asepma,
que se dedican al arte de tratar el agua con el máximo respeto y
valor. Y no podía faltar una cocina solar parabólica Ksol,
que desde hace unos años se aprovecha para conectar la jornada de
puertas abiertas en un lugar como que muy parecido a lo que podría ser
el cielo placentero. Entorno a esa máquina verde siempre que puedo me
suelo quedar, sintiendo como un viaje cósmico fascinante y ultrarrápido
de fotones que hoy salían del sol 8 minutos antes de llegar al CEL. Una
vez recibida la limpia energía por el parabol y que hoy ha servido para
hornear unas patatas deliciosas, me estimula siempre a pensar que hacer
las cosas que hacemos son parte de la esencia inevitable de una especie
que ha decidido no parar, pero que cuando se hacen esas cosas de forma
respetuosa y amorosa, o por lo menos, lo mejor que sabemos, con lo vivo
y los flujos de la biosfera, siempre se ayuda a construir el mejor
mundo soñado.
Gracias gentes de BioSipirit
por vuestro buen comerciar ofreciendo salud para los humanos, por ende a
las demás especies y para la Tierra, que como que respira y se mueve es
muy parecida a nosotros. |