Las campanas extractoras de cocina que incorporan iluminación no deben ser derrochadoras en luz.
Apréciese que la luz de la izquierda (bajo consumo) respecto a la de la derecha (incandescente) es la misma.
Bombilla de bajo consumo decorativa
Ahorro hechando humo
La
campana extractora se ha convertido en un útil esencial dado el tipo de
edificación y hábitos culinarios actuales. Algunos extractores son
simples ventiladores, pero en la mayoría de los casos son verdaderos
embudos de aspiración con motores potentes que ocupan una superficie
nada despreciable sobre los fogones. Estas campanas extractoras
incorporan en la mayoría de los casos iluminación propia dada la sombra
que provocan sobre la superficie donde uno debe cocinar.
Luz sin eficiencia
La
mayoría de los fabricantes actuales priman que las campanas extractoras
incorporen bombillas incandescentes o halógenas de alto consumo. En
realidad, lo que se vende es que la campana es un complemento luminico
y decorativo en la propia cocina. De ahí que el sector haya
evolucionado hasta diseños minimalistas, pero en cualquier caso no en
el aspecto energético
Substitución de la iluminación de fábrica por una de bajo consumo
Aunque
no todos los modelos dan facilidades para precisamente cambiar la
bombilla que incorpora en caso de que se funda otros sí. Precisamente a
la hora de escoger una campana extractora deberíamos tener en cuenta
este detalle: que tipo de iluminación incorporan y si es fácilmente
reparable o mejor, si ya incorporan bajo consumo de serie.
Pero si no es el caso, el consejo es buscar una bombilla de bajo consumo
que pueda roscarse en el portalámparas de la campana. En el ejemplo se
puede ver una campana Thermax que incorpora 2 bombillas de 40 watios (en
total 80 watios) con rosca E27 que han podido ser substituidas por bombillas
fluorescentes compactas de 7 watios (14 watios en total). O sea un
ahorro de 66 watios consiguiendo la misma iluminación como se aprecia
en la imagen de este artículo. Asumiendo que la campana extractora
pueda funcionar por lo bajo una media de una hora al día durante todo
el año eso supone un ahorro de 24 kWh/año que equivalen a unos 13,5 kg
de CO2 al año ahorrados.
El precio no es lo que importa
La
duración de la bombilla de bajo consumo estimada en unas 8.000 horas
también supone un ahorro importante respecto a la de incandescencia que
además tienden a fundirse hacia las 1.500 horas. Esta
sustitución no es sólo una actuación ambiental sino también de clara
economía doméstica.
Recordemos que el 19 % de la generación de energía en el mundo tiene
como fin la iluminación. Los expertos señalan que el CO2 producido por
la generación de la electricidad para la iluminación supone el 70 % de
las emisiones mundiales de vehículos de pasajeros y tres veces más que
las emisiones del sector de la aviación. O sea que está más que
justificado cualquier medida para que la iluminación de nuestro hogar
sea más eficiente.
Resumiendo...
•
Sustituye la iluminación de incandescencia de la campana extractora de
la cocina y ahorrarás dióxido de carbono, energía y dinero.
• Si tienes que cambiar o adquirir una campana extractora para tu
cocina elige un modelo que no incorpore iluminación de incandescencia,
ni fluorescentes sin balasto electrónico ni bombillas halógenas.
• Vive ahorrando energía y emisiones con efecto invernadero.