La dieta actual se nutre de alimentos que recorren miles de kilómetros

Noviembre 2006. Uno de los comportamientos más peligrosos son los caprichos. Nuestra sociedad hedonista se nutre de muchos placeres que acaban destruyendo nuestro entorno y el futuro de nuestros hijos. El gusto, este sentido que nos aportan, especialmente, los alimentos, constituye uno de estos placeres del que no siempre somos conscientes que tras el sabor dulzón, picante, o simplemente estimulante de una fruta, un pescado o un trozo de carne hay más de lo que se dice en las etiquetas del producto. Desde el desayuno hasta la cena uno puede ingerir alimentos que han recorrido tantos kilómetros como los que se necesitan para dar la vuelta al mundo. Basta un paseo por cualquier supermercado para comprobar lo fácil que resulta hoy en día concebir una dieta con alimentos llegados de la otra punta del planeta y que se presentan en las estanterías como si fuesen del huerto, mar o granja que hay a la vuelta de la esquina. Entre desayuno, aperitivo, comida, merienda y cena uno puede ingerir - sin empacharse- alimentos que han recorrido hasta llegar a nuestra mesa tantos kilómetros como los que se necesitarían para dar más de una vez la vuelta al mundo. Pero tras este kilometraje hay un importante impacto en emisiones tóxicas. Se calcula que cada kilómetro que recorre una tonelada de  producto aporta una emisión de 0,002 kg de dióxido de carbono si viaja en barco, de 0,069 kg si lo hace en ferrocarril, de 0,11 kg en camión y de hasta 2 kg cuando el transporte es aéreo. Actualmente, muchos de los alimentos, especialmente los frescos están viajando en avión. El diario La Vanguardia publicó el 13 de noviembre un artículo firmado por Javier Ricou que recoge algunos de los aspectos más significativos de este viaje por tierra, mar y aire incesante de los alimentos que comemos. Es una clara invitación a la reflexión sobre nuestros hábitos respecto al calentamiento global por las emisiones de gases invernadero a la atmósfera. Sin duda, dado el interés del mismo para la sensibilización ambiental sobre un mundo con menos CO2 creemos que su divulgación merece un apartado en estas páginas.