Soy un adicto a los productos que provienen del diseño ecológico o ecodiseño, palabra que con el mismo prefijo une ecología a economía y buen hacer de grata humanidad. Por lo tanto me puedo hasta sumergir en la economía ecológica, toda una loable rama de la economía a secas que incorpora los valores más deseados a la que es economía que no daña tanto al sistema ecológico, que es un concepto para mí algo así como todo lo que ocurre en una bola gigante llena de vida y localizada en un vasto universo que igual no tiene límites.
La copa, las compañeras y una revolución ecológica en marcha.
Los productos que salen de las factorías que hacen las cosas bien para la economía y bien para el planeta son cada vez más en número, útiles siempre, diversos y variopintos también. Puedes encontrarte unas baldosas súper guapas echas con plásticos reciclados de envases echados a los contenedores amarillos de la recogida selectiva, o unos bolígrafos para echarlos al montón de compost cuando acaban su vida más útil hechos con almidones vegetales, o porque no una navaja multiusos, que depende lo que necesites, en un solo artefacto tienes 20 utilidades.
De uno de esos productos ecodiseñados, que va mucho más allá de la fabricación porque también con él se diseña un hábito nuevo práctico y de alta rentabilidad, te cuento.
Hace una temporada muchas de las mujeres de las organizaciones del MLP (Moviment Laic y Progressista), yo trabajo en una de ellas, decidieron unirse para ir en tropel a una charla donde se trataba de conocer más sobre una especial copa ecológica, demostrando el sentir y la preocupación por una higiene personal con menos impacto sobre la tierra.
Los materiales de la charla con arte menstrual incluido.
En una reunión sólo para ellas, para las compañeras de especie, yo sólo me colé para tirar unas fotillos de la ecológica sesión ya que estime que con esas cosas todavía nos queda un tiempo para tratarlas juntos, ...maldita cultura corporal cargada de tabús y temores.
Les habló una usuaria veterana de copa menstrual, una alternativa radical al uso de celulosas y otros para la recogida del flujo menstrual. Habló de su experiencia durante más de dos años, de las virtudes y superaciones realizadas durante el uso de su copa vaginal, o copa menstrual, ahora copa de luna, o una MoonCup, que es marca de producto que unas inglesas atrevidas actualizaron hace unos años con un material de lo más cómodo e higiénico, la silicona de calidad médica, producto mineral de base sílice que tanto sirve en cuestiones saludables y técnicas.
Comentando, me enteré que la mujer con copa llegó mucho más allá de las completas explicaciones del como usarla y como adaptarse al cambio. Mostró hasta unos cuadros realizados con el producto recogido por su copa, y es que sin duda, la copa le ha ayudado a sentirse mucho mejor con lo que en apariencia molesta y casi siempre es residuo no estimado, los tampones. Creo que su objetivo fue enamorar a las posibles nuevas usuarias con la Mooncup, algo que el tiempo ha dejado claro. Casi todas las asistentes han dado ya el paso a la revolución de la copa menstrual como alternativa al higiénico mundo de la celulosa de usar y tirar al vertedero.
Después de decenas de años usando tampones y compresas para controlar ese proceso depurador de la fertilidad femenina, que te plantees dejar de hacerlo y pasarte a una pequeña copa de silicona, es sin duda un salto valiente.
Por el camino dejas de lado a una industria que basa su éxito en el usar y tirar, en ponerle alas de publicidad millonaria a sus productos químicos de base celulosa de bosques cargados de petroquímicos y otros para que algo natural sea tratado rápido y desechado corriendo, por dar a entender que sentirse ligera y cómoda pasa por asumir ese momento mensual como una carga y no como un canto al sosiego y la celebración de la fertilidad humana.
Atención, permíteme que transcriba información que nunca te dará la industria química sobre el Síndrome del Shock Tóxico (SST) con el único objetivo de dar espacio a cosas de interés. Las copas menstruales no son un invento reciente, pero sí lo es la calidad de sus materiales. Se han usado desde 1930 y nunca han estado asociadas al SST. El SST es una enfermedad graves y a veces fatal causada por una toxina que produce la bacteria estafilococo áureo y se ha relacionado con la elevada absorción y uso prolongado de tampones. Los síntomas del SST se parecen a los de la gripe y pueden ser fiebre alta repentina, vómitos, diarrea, mareos, desmayos o una erupción como quemadura del sol durante los días del periodo o unos días después. Mira como son los promotores de Mooncup que recomiendan a sus usuarias que si con ella aparecen estos síntomas se acuda al medico y también si se ha padecido el síntoma, mejor no usarla.
Volviendo a la copa de la revolución, para mujeres urbanas currantes fuera de casa y con lavabos compartidos todavía hay trabas en el uso de la ecológica solución, es comprensible y lo será hasta que hombres y mujeres sigamos tratando los ciclos de la vida como algo que solo queda, ahora y cada vez menos, en la intimidad y la ocultación, no del acto pero si del hecho. De todas formas hay usuarias currantes fuera de casa que han echao mano de los trucos y aplicaciones, algunas llevan dos copas para que sea más cómoda la limpieza, por ejemplo. Otra colega que me ha comentao sus vivencias, ningún problema, todo eran flores y transformación, comodidad y bienestar mental con su compromiso personal.
Otra colega activista me abrió la mente mucho más de lo que la tenía sobre la revolucionaria copa al comentarme que pensaba que la Mooncup y también los pañales reutilizables eras soluciones muy interesantes para la gente que vive en pobreza o con pocos recursos, lo cierto es que me ha dao mucho que pensar sobre posibilidades auténticas de cooperación y mejora para gran parte de la familia humana. Y es que muy pocos hemos montao el pollo ambiental en el que nos encontramos todos y por lo menos podríamos pensar si no en activarnos aquí, ayudar a otros a que no pasen por un modelo insostenible de consumo y abuso. Gracias Paula, también por agitar desde aquella primera charla a muchas compañeras y más allá por agitar charlas y presentaciones en otros lugares de activismo femenino, contribuyendo a que decenas de mujeres se sumen a la revolución con copa.
La Fundación Terra descubrió la copa menstrual por vía de una colaboradora italiana que un día les dijo que era tremendamente feliz desde que se aplico con ella y las compresas lavables de algodón orgánico. Empresas dedicadas a la salud femenina ecológica como Crianza Natural y Bebes Ecológicos ya habían comenzado a promocionar las virtudes de la revolución femenina con copa con el apoyo de compresas y salvaslips saludables y sostenibles. Fue después de ver y sentir la enorme aportación ambiental, después de la incustionable aportación en la salud que ofrecía el hábito del uso de la copa menstrual cuando la ecotienda de terra.org para el cambio de hábitos y productos que abren caminos a la sostenibilidad, incorporó a toda velocidad el acceso al producto junto a la comunicación para el nuevo escenario de libertad femenina desde el activismo ambiental. Hoy es un producto estrella.
Lástima fue recibir un pressing industrial por parte del sector de la salud social que obligo a Biohabitat a dejar de proporcionar otro producto de la libertad femenina más suprema. El PG/53, un test de fertilidad femenina basado en la observación de la saliva, acabó su vida comercial para que otros sistemas basados en el mismo principio, una pequeña lente de 100 aumentos, ahora se vendan en farmacias con todas las garantías del monopolio industrial de la salud femenina. En fin, para la militancia un dato, un pequeño microscopio de sobremesa de calidad media con un coste no superior a 30 euros es suficiente para observar como los estrógenos cristalizan en los fluidos indicando periodos de fertilidad o no. Aviso para activistas rompedoras que además pueden disponer del aparato para observar otras cosas de lo vivo y bello.
No hace mucho la revista Opcions, dedicada a informar sobre el consumo responsable nos entregó uno de sus trabajos de investigación sobre higiene femenina y las empresas que la explotan, dando servicios necesarios en muchos casos y en otros no tanto. No te lo pierdas.
Por el decrecimiento energético, por la libertad humana y por la libertad saludable para el 50% de sus miembros, por una humanidad con menos impacto sobre el planeta, por una solución tecnológica que eleva el sentido común al primer puesto de la globalización de las ideas que realmente son importantes, por una familia humana sin perdedores, y sin perdedores también en las otras especies, hasta me atrevo a dar un VIVA por una pequeña copa de silicona que sirve para el bien común y se suma a otras de las muchas copas que nos hacen falta para cambiar el mundo. Jo y otro VIVA por todas las compañeras del MLP que ya tienen su COPA y por todas las que ayudan a que otras mujeres la vayan ganando.