Las flores secas siempre son útiles para alegrar el
hogar, tanto si se emplean para confeccionar complicadas composiciones,
como si simplemente se agrupan en ramilletes en la cocina. En la
mayoría de los jardines bien provistos hay gran cantidad de material
vegetal adecuado para secar:
- Siempreviva. Es una de las
plantas perdurables más conocidas y proporciona un excelente material
para secar. Sus flores son como de papel y conservan sus colores y su
forma indefinidamente. - Milenrama. Es una excelente planta para secar. - Rosa. Las del grupo híbrido "de té" son las mejores. - Aquilea amarilla. Sus grandes inflorescencias doradas conservan bien el color. - Espuela de caballero. De color azul fuerte.
Hay también flores más exóticas para tal fin.
Los amarantos son muy especiales por sus largos amentos colgantes de
color rojo vivo o verde musgo. Las campanillas de Irlanda, por sus
extrañas brácteas verdes visten el ramo de un color único. Hay plantas
y flores silvestres que debidamente secadas dan un toque sencillo y
natural a nuestras composiciones florales: - Amapola. Debe recogerse
con sumo cuidado para que no pierda los pétalos. Cortaremos las más
largas y no las masificaremos en el secado, sino que las colgaremos
hacia abajo en grupos de cinco o seis plantas. Deben ponerse en un
lugar protegido del aire. - Gramíneas. Abundantes y humildes, son
muy fáciles de recoger. Siempre las cortaremos largas y las colgaremos
boca abajo en ramilletes atados con cuerdas.
Ingredientes para la preparación
- siempreviva - milenrama - rosa
- aquilea amarilla - espuela de caballero - amaranto
- campanilla de Irlanda - amapola - gramíneas
Elaboración
(1) El secado al aire. Escoge las flores que aún no
han terminado de abrirse. Agrúpalas en ramilletes y sujétalas con una
goma elástica. Colócalas boca abajo en un lugar fresco y seco, aireado
y con poca luz. Tardan unas tres semanas en secarse. (2) El secado
con sílice. Para secar flores delicadas. Coloca las flores sobre una
base de sílice en un recipiente que se pueda cerrar y cúbrelas con
cuidado. Cierra durante tres días. Si después de este tiempo están
secas, ya puedes limpiarlas con cuidado. (3) El secado con glicerina.
Mezcla una parte de glicerica con dos de agua caliente y agita. Corta
el extremo de los tallos en diagonal, deposita las flores en el
recipiente y guárdalo en un sitio seco. A los diez días lava con agua
jabonosa y seca.
Sugerencias y otras aclaraciones
* El método más sencillo para secar las plantas es
dejarlas simplemente al aire; éste es adecuado para muchas clases de
flores y de follaje.
* Cuando se seca el follaje, muchas plantas
se vuelven quebradizas (haya, eucalipto, hiedra). Para evitarlo, hay
que preservarlas con glicerina, que reemplaza el agua de las hojas,
suavizándolas.