La
energía solar para calentar líquidos nutritivos es algo poco frecuente.
Quizás, porque no consideramos que la radiación solar tenga interés
para miniusos. Es como lo de cargar el teléfono móvil con un panelillo
solar, que por lo que consume –unos 10 watios hora– nos parece
insignificante y, por tanto, nos inclinamos por el cargador
convencional enchufado a la red eléctrica. La misma impresión podemos
tener con calentar un biberón o preparar el agua para una tisana. Y sin
embargo, con el artilugio adecuado podemos ya no tanto ahorrar energía
convencional gracias a la radiación solar, sino que además podemos
salir del paso y calentar algo al aire libre. Ésta es la idea que
subyace en el ingenio solar portátil y versátil del Bibesol ideado
por la diseñadora Virginia Bauso.
Lo genial de este minicalentador solar es que es portátil, se lleva en
una mochilita con nuestras otras cosas y en un santiamén se monta un
pequeño reflector solar, que dispone de una botellita negra mate en
el que verter el líquido que queremos calentar. Aunque uno de los usos
ideal es el de calentar biberones al aire libre, lo cierto es que lo
podemos tener montado en la baranda de nuestra terraza y podemos
calentar una lata de alimentos o agua para preparar la tisana saludable
de después del almuerzo.
El Bibesol está disponible por 35 euros a través del web de la diseñadora Virginia Bauso, FormasVerdes.
Es un artilugio solar portátil, una pequeña parábola solar con sus
complementos ideal para miniusos solares calentando líquidos.
Especialmente útil para senderistas, ciclistas y en general para
personas que disfruten de la vida al aire libre. El mini calentador ocupa muy poco espacio
plegado (37x26x4cm) y pesa sólo 380 gramos. En definitiva, un feliz ingenio solar y muy asequible y versátil.