Barcelona, 12 de diciembre. Mientras los políticos, la burocracia climática y los lobbies de todos los colores se citan en la COP 15 de Copenhague para buscar un acuerdo de reducción de las emisiones, en diferentes ciudades se han organizado manifestaciones públicas (Copenahgue incluida con unos 100.000 participantes) para presionar que se tomen medidas efectivas contra el cambio climático. Las ONGs reunidas en Copenhague, en el llamado Klimaforum09, han dado a conocer el documento: Cambiemos el sistema, no el clima: Declaración de los pueblos del Klimaforum09. Según Kumi Naidoo, jefe de Greenpeace International, si "No podemos cambiar la ciencia, hemos de cambiar las políticas y si no podemos cambiar las políticas, hemos de cambiar los políticos" ,
En concreto, en Barcelona se organizaban 350 minutos de actividades para alertar sobre el cambio climático. Y es que a una semana antes del final de la cumbre del clima en Copenhague, se ha corrido la voz de la celebración en todo el mundo el Día de Acción Global contra el cambio climático. En toda España, más de 50 organizaciones pertenecientes al ámbito del ecologismo, del sindicalismo, de la cooperación al desarrollo, de la ciencia e investigación, de los consumidores y otras organizaciones sociales han convocan a la ciudadanía a acudir a una concentración cuyo mensaje es: Gobiernos: ¡compromiso por el clima ya!.
Los científicos recomiendan volver a las 350 ppm en la atmósfera. Lamentablemente, estamos casi a 390 ppm y subiendo. Velas simbólicas ayer en Barcelona.
En fin, que este fin de semana, no podía dejar de hacer algo más que protestar, que también. Así que a las 12 h empezaban los actos en el parque barcelonès de Sant Pau del Camp puesto que el Ayuntamiento de Barcelona no autorizó a las organizaciones convocantes que se ubicaran en un espacio céntrico como es la rambla del Raval. Es lo que se lleva ahora en esto de la "democracia institucional"; si se puede se prohibe y si es demasiado escandaloso ser tirano, pues se relega a los que quieren protestar a un espacio marginal.
Estos 350 minutos de acción contra el clima pues eran casi seis horas. Así que las tres primeras horas me dije que las invertiría en rebajar el consumo de nada menos que 4 bombillas de mi vivienda que aunque ya eran de bajo consumo pero están equipadas con una reactancia glotona. De eso, sobre el misterio del elevado consumo del bajo consumo ya os hablé. Así que me he ido a por 4 portalámparas para rosca E27 o Edison y 4 bombillas fluorescentes de 12 W de clase A. Mi acción para reducir más de la mitad ya mi bajo consumo me ha costado 13,75 euros de los portalámparas, 44 euros de las bombillas y, entre una cosa y la otra, unas 2,5 horas de trabajillo. Un apunte de advertencia. Los portalámparas eran de porcelana, pero me han aclarado algo que me pasó con el primero de baquelita que compré (pues me engañaron diciendo que no se fabricaban de porcelana) para la primera prueba y es que una vez lo has montado ya no se deja abrir. Una medida gamberra porque si te has equivocado en algo pues tienes que tirarlo todo. El gobierno lo argumenta por seguridad. En fin, una más de estas normativas absurdas que el ejecutivo aprueba para dar de comer a los que le ponen el plato (como aquello de que todos los ascensores tengan línea telefónica dedicada para conectar con un 902 y se pague un peaje cada mes a Telefónica por una o dos llamadas de emergencia al año. El negocio de Alierta nos chupa a cada comunidad con ascensor 240 euros anuales...pero bueno, son cosas de estas que ni las asociaciones de consumidores pueden cambiar...
Sustitución de las bombillas fluorescentes compactas equipadas con balasto por bombillas fluorescentes compactas que sí que cumplen con los vatios de consumo que dicen. Con esta acción he reducido a un tercio el consumo que se zampaban los tubillos con balasto.
En fin, lo que iba diciendo, también he aprovechado el último rato de la mañana para instalar en la terraza, donde tengo mi colector solar, el panel o kit fotónico de la Guerilla Solar, el cual reducirá un 10 % de mi consumo eléctrico (el kit fotónico recibió un premio en Berlín ayer mismo). Así que sin renunciar a la electricidad, la única energía convencional que tengo disponible en mi vivienda, ya casi he completado todas las acciones que son posible (excepto las estructurales comunitarias).
•Todos los electrodomésticos, incluída la climatización es de clase A.
•Generación de electricidad renovable en un 10 %.
•Toda la iluminación de super bajo consumo, con bombillas de LED inlcuidas para irme adaptarme al tema y apoyar su desarrollo.
•Agua caliente sanitaria de colector solar.
•Movilidad en bicicleta casi en exclusiva para recorridos de menos de 15 km, y a partir de estas, preferencia por el transporte colectivo y cuando no es posible, con el carsharing.
Con los deberos hechos contra el cambio climático y cerrando una nueva etapa de ahorro energético y de recursos me he dirijido a participar en la segunda parte de los 350 minutos.
Parlamento del Dr. Josep Puig, presidente de Eurosolar durante el acto celebrado en Barcelona el 12 de diciembre 2009 contra el cambio climático.
No éramos muchos en el coto de Sant Pau del Camp, quizas poco más de un centenar y esencialmente, jóvenes, de colectivos diversos y también por ser en pleno Raval, alguna organización de inmigrantes. En fin, el programa era variado, entre actividades culturales y artísticas había también parlamentos. Como sucede en este tipo de actos plurales se puede oir de todo. Es la diversidad, aunque esté plagada a menudo de tópicos. También hay los que salen a reivindicar desde el fin de los Estados hasta el retorno al paraíso comunista. Forma parte de una sociedad que invierte muy poco tiempo en reflexionar porqué entre hipotecas, préstamos, escasez laboral, prestaciones sociales por paro, bajos ingresos, etc. nos hemos acomodado a una vida con poco compromiso. Y no es precisamente, el compromiso social, que también, sino el compromiso con convertir cada acto de nuestra existencia, incluido el supuesto esclavaje laboral en algo dignificante y con la mejor ilusión. Pero, mientras iban sonando estas variadas intervenciones, me ha despertado los oídos el presidente de Eurosolar reclamando la participación de los asistentes a tomar las "renovables" como herramienta para avanzar hacia una verdadera autonomía energética. En fin, me han sabido a gloria como paso previo a la despedida al ritmo de tambores mientras los participantes con unas velillas componían este mensaje de las 350 ppm de concentración de CO2 en nuestra atmósfera a las que deberíamos regresar para dejar nuestra adicción compulsiva a los combustibles fósiles y nucleares.
Con o sin Copenhague deberemos poner fecha de caducidad al uso de energías fósiles y radioactivas, porqué no se vale en adoptar compromisos de reducción; esto lo hacen los adictos a un droga que prometen enmendarse, pero sin ánimo alguno de abandonar su adicción. Volver a las emisiones del año 1990 es la única vía clara para la seguridad climática. Las reducciones propuestas entre el 40 o el 50 % son demasiado cobardes. Hay que adaptarse a una terapia colectiva de desintoxicación carbónica y eso es lo que facilitan las renovables, el ahorro y la eficiencia, pero sobretodo otro estilo de vida en el que contemos las emisiones porqué disponemos de un cupo de emisiones personales. Uno deja de fumar al 100 % una vez ha sido sometido a un operación cardiológica y pretende seguir viviendo. Estamos bajo una crisis real. O cambiamos radicalmente o vamos camino del colapso. Lamentablemente, no sería la primera vez en la historia de la humanidad, pero en esta ocasión tenemos todos los medios para evitarlo.
En Madrid, 5000 personas se reunieron en la plaza del Museo Reina Sofía para demandar a los líderes mundiales un acuerdo en Copenhague justo, ambicioso y vinculante. Foto: Asociación Globalízate.