The Secret of Kells. Conocimiento en tiempo de oscuridad

Descubrir la naturaleza es la mejor opción para conocer. Esta es sorpresa que se llevará el joven monje Brendan en la abadía irlandesa de Kells cuando para satisfacer al Hermano Aidan, uno de los monjes ilustradores de un libro, se internará en el bosque para encontrar unas bayas que necesita su maestro para un color especial. The Secret of Kells es una película de animación sorprendente por los detalles y por la magia de su sencillez.

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Título original: The Secret of Kells
Director: Tomm Moore
Co-directora: Nora Twomey
Director Artístico: Ross Stewart
Guión: Fabrice Ziolkowski
Música: Bruno Coulais
Storyboard: Rémi Chayé
Duración: 75 minutos
Género: Animación
Nacionalidad: Francia-Bélgica-Irlanda
Año de producción: 2009
Distribución: Karmafilms

Curiosa es la apuesta de esta película inspirada en el arte celta antiguo y en manuscritos mediavales iluminados en la que con una animación de tipo plano consigue una sorprendente puesta en escena con una fábula que dibuja un mundo fascinante reivindicando la sencillez formal. La animación está puesta en escena y dibujada usando la perspectiva y geometría que caracterizó al arte mediaval. Plasmar este estilo en la pantalla es todo un reto que, sin efectos especialmente elaborados pero con una imaginación prodigiosa, envuelve al espectador en un mundo como si fuera visto desde un caleidoscopio. Un mundo que entra por los ojos y se vive como una experiencia inusual que nos transporta a los tiempos en que la lucha por la supervivencia tenía sus momentos más oscuros.

En este sentido, The Secret of Kells puede verse como una metáfora de nuestro mundo. Un mundo, que como en el actual, la destrucción lo amenaza todo y en el que sólo la luz del conocimiento puede ponerle remedio. El personaje descubre,  tras abrirse camino fuera de las murallas protectoras de la abadía, la riqueza del bosque con sus criaturas y sus misterios. En realidad, es el sentimiento que muchos chavales podrían sentir en nuestros días tan alejados de la naturaleza cuyos secretos del único mundo donde está el verdadero conocimiento. Pensamos, a menudo que somos los únicos seres capaces de pensar y sentir, cuando formamos parte de la esencia misma del planeta Gaia que nos da cobijo. Imaginamos, como el Abad Cellach, que podemos construir muros para protegernos de la maldad exterior, parte de la cual somos nosotros mismos, cuando en realidad estamos obcecados por la oscuridad de la ignorancia. Pero el joven Brendan junto con el espíritu del bosque y el gato del Hermano Aidan irá a la captura de la luz, la que le ha de permitir iluminar el libro más bello jamás ilustrado. Un libro para enseñar al mundo, para mostrarle que podemos vencer la oscuridad con la luz. La fábula que nos narra The Secret of Kells tiene como cualquiera su particular moraleja. Un film que puede cautivar a los más pequeños pero que sobretodo secuestra al adulto con la magnificiencia de cada uno de los pequeños detalles del mundo que recrea en una historia sencilla pero llena de emotividad, buen corazón y profundidad filosófica. 

Cómo en todo proyecto vital los personajes de esta película participan de las llamadas tres ces: compromiso, confianza y complicidad. Compromiso por una labor en la que participan el resto de la comunidad de Kells, porque incluso ante la incomprensión de los que mandan es más importante satisfacer el bien común. Confianza en que todos los que nos rodean no nos engañan y nos permiten andar sobre nuestros pasos aunque sean indecisos, y complicidad, o sea dar el brazo a torcer por los que arriesgan, por aquellos que no se echan atrás en su compromiso por lo que hay que hacer. Cada uno de los personajes de esta bella metáfora de Kells tiene esta entrañable complicidad para con la comunidad que les da cobijo, no sólo para estar a buen recaudo, sino por el compromiso que han contraído como profesionales.

Toda historia precisa de una buena dosis de coraje si queremos descubrir lo que realmente somos.

El libro de Kells

El libro de Kells fue probablemente hecho en un monasterio de la Isla de Iona, Escocia, para honrar al Santo Columba en el siglo VIII. Después de una invasión vikinga, el libro fue trasladado a Kells, Irlanda, en algún momento del siglo IX. Fue robado en siglo XI y abandonado en una zanja, sin su cubierta. Ésta, al parecer, estaba hecha de oro y piedras preciosas y nunca fue encontrada. Exceptuando el daño normal del agua, el libro se conserva en excelente estado. En 1541 en plena Reforma Inglesa, el libro fue guardado por la Iglesia católica y romana. En el siglo XVII fue devuelto a Irlanda donde el Arzobispo James Ussher lo entregó al Trinity College donde se conserva hasta hoy.

El Libro de Kells fue escrito en velo de piel de becerro, técnica que llevaba mucho tiempo de preparación, pero le confería una superficie excelente y lisa para la escritura. Sus 680 páginas se mantienen hoy en perfecto estado, de las cuales solamente dos, carecen de ornamento artístico. Algunas de las páginas tienen principalmente dibujos y poco texto. Casi 10 colores diferentes fueron utilizados en las ilustraciones, algunos de ellos especiales y costosos por lo cual se supone que tenían de ser importados. El trabajo es tan fino que algunos detalles solamente pueden ser vistos con lupa.

La riqueza natural del bosque de Kells.

Los personajes

Brendan, es un chaval de doce años, huérfano desde muy bebé cuando los vikingos asesinaron a sus padres y que fue rescatado y criado por su tío el Abad Cellach. El Abad y los monjes son su única familia y amigos. Brendan es un buen estudiante y algún día sucederá a su tío como Abad de Kells. Pero Brendan nunca ha salido de la Abadía y tiene una energía y una exuberancia natural que va mucho más allá de los planes de su tío. Brendan intenta controlar su energía y actuar más como el Abad pero la mayor parte de las veces no puede con sus inquietudes juveniles. Cuando de repente, el Hermano Aidan llega, con el inacabado y legendario Libro de Iona, un gran entusiasmo viene con él y esto llevará al joven Brendan más allá de los muros de la Abadía.

Aisling es el personaje más enigmático de la película. Aunque parece ser una joven que vive sola en el bosque, ella es claramente mucho más que un ser humano. Cuando adopta forma humana es como de otro mundo, y aparece y desaparece de la vista con la rapidez de un animal. Ha vivido mucho años viendo a través de los ojos de los animales e incluso en el presente a menudo puede transformarse en un lobo blanco. De hecho es uno de los espíritus del bosque y pertenece a una de las familias de hadas que aún viven en las remotas tierras de Irlanda. Aisling se muestra protectora con su bosque y al principio no le gusta la presencia de Brendan pero se acostumbra a él e incluso le salva la vida en más de una ocasión. Tiene un poder sobrenatural sobre los lobos y otros animales del bosque pero también tiene miedo de los peligros de la oscura caverna del antiguo dios pagano Crom Cruach, que mató a su madre y a su gente. Es una gran amiga para Brendan en su viajes fuera de la abadía de Kells. Quizás él sea el único que la ha visto alguna vez.

El Hermano Aidan es un auténtico alquimista preparando las tintas para ilustrar los libros iluminados.

Aidan es un anciano monje de pelo canoso que llega a Kells después de que los vikingos destruyan Iona, la isla en la que se encuentra su abadía. Aidan es el maestro iluminador de Iona, un tipo campechano y divertido. Es un líder para los iluminadores de Kells y un místico excéntrico que ve la vida desde otra perspectiva. Su personalidad añade elementos de humor y frescura a la película. Tiene un marcado acento de Irlanda del norte y un aguzado ingenio. Aidan es sabio, educado, tranquilo y un gran profesor y amigo para Brendan. Su inseparable gata Pangur es el espíritu de Iona con la que Brendan compartirá sus aventuras. Aidan sigue el legado de generaciones de maestros desde los tiempos de Colm Cille. Puede mostrarse tranquilo incluso en medio del caos de Kells. Aidan tiene una única perspectiva de las cosas, actuando de una manera más emocionalmente zen que el Abad. Conoce las ambiciones del Abad pero también sabe que el libro hay que crearlo en los muros de Kells. Aidan es un líder que guía a otros iluminadores. Su liderazgo natural y espiritual contrasta directamente con la forma de ser del Abad. Mientras que el Abad grita y da ordenes a todo el que está a su alrededor, Aidan se ríe y los guía amablemente.

El Abad Cellach es una persona austera tanto en tono como en actitud. Es el tío de Brendan y el guardián que le está enseñando para que algún día ocupe su lugar como Abad de Kells. El Abad es el antagonista de la historia. Es un personaje ensimismado y algo conflictivo. Como hombre desilusionado, tirano e inseguro, lucha por mantener en pie Kells. Entristecido por la destrucción de la vecina abadía de Iona intenta crear algo completamente diferente en sus dominios. Consciente de que puede haber una invasión en cualquier momento, su atención está focalizada en fortificar las murallas del pueblo para prepararse para el ataque. Sólo se da cuenta del error en su comportamiento cuando Brendan regresa con el Libro de Kells.

El joven monje Brendan frente al Espíritu del Bosque.

Parte de este artículo está elaborado con el press-book de Karma-films. Imágenes de la película.

 

Changed
09/02/2017

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