En una época de crisis como la actual, nos asalta la incertidumbre y el miedo, porque vemos peligrar nuestro trabajo o el de nuestros seres queridos. Sin embargo, nos hallamos ante una ocasión única de aguzar nuestro ingenio y ser felices viviendo con menos. Este libro no ofrece promesas vanas de multiplicar los ingresos o hacerse millonario sin esfuerzo. En tus manos tienes algo mucho más poderoso: la oportunidad de prescindir de todo lo superfluo para ir a lo esencial, que te permitirá crecer y realizarte. Así se anuncia el libro Vivir mejor con menos.

Título original: Vivir mejor con menos
Autora: Ana García
Editorial: Océano-Ambar
Lugar y fecha publicación: Barcelona, 2010
Páginas: 232 pp

Las historias humanas en momentos convulsos siempre pueden tener su lado positivo en la medida que nos permite dar alas a la imaginación para afrontar lo peor de la mejor manera. Como dice la autora, la clave está en la sencillez, en la austeridad, en la simplicidad vital. Vivir de una manera más sencilla no implica necesariamente marcharse a vivir al campo, se puede hacer en un pequeño apartamento urbano en el que el espacio reducido no tiene porque ser una incomodidad, porque asumir una vida sencilla es siempre el resultado de un proceso de reflexión y de contacto con uno mismo para discernir cuáles son aquellas cosas que de verdad dan sentido a nuestra vida, que nos hacen estar en paz con nosotros mismos y nos permiten disfrutar de las cosas verdaderamente importante, teniendo en cuenta a los demás.

Vivir mejor con menos no es un manual de “como sobrevivir a la crisis” para luego volver al mismo estilo de vida que nos hizo llegar a ella. Es un libro de ideas para simplificar el día a día a partir de pequeñas cosas o cambios de comportamiento. Lo hace a partir de algunas reflexiones básicas, pero también con propuestas prácticas. El cambio hacia una vida más satisfactoria es posible siempre que uno se proponga conseguirlo. Porque cada día existen multitud de situaciones en las que nos basta dar un paso atrás en el vicio del consumo y actuar con moderación y templanza para lograr ahorro y felicidad.

Es un libro escrito desde la convicción y es un repaso también a todas estas opciones que no por sabidas vale la pena siempre de recordar y compendiar: menos coche y más caminar, comprar de segunda mano y arreglar lo estropeado, comer de fiambrera en lugar de restaurante, ahorrar energía y agua, etc. El libro se centra en las posibilidades que tenemos en casa, en la comprar diaria, en las actividades de ocio y para mejorar la salud. Aunque como hemos apuntado también nos ofrece reflexiones para acercarnos a este otro mundo posible que debemos construir entre todos basado en el amor, la generosidad, la humildad, la conciencia. Un mundo en equilibrio con la vida misma pero que exige de la corresponsabilidad de cada uno de nosotros.

El libro sólo adolece de un pequeño detalle y es que en algunos temas se nota que la autora no ha tenido un contacto directo o vivencial con algunas de las tecnologías sostenibles que propone. Así, cuando lo hace de los huertos urbanos de entre todas las bandejas de cultivo dirige a una de diseño pero que tiene una mínima capacidad productiva y con un precio por superficie de cultivo más cara que las otras. También en el tema de la cocina no advierte de las posibilidades de la cocción solar (una actividad que en muchas comunidades de vecinos podrían compartir en la terraza comunitaria), ni sobretodo del calor retenido, una técnica simple que ahorra energía y tiempo y para la cual basta una cesta y una manta para practicarla. En el caso de la electricidad olvida que antes de iniciarse en cualquiera de los consejos habituales de “ahorro energético”, es fundamental visualizar antes que nada el consumo eléctrico instantáneo con algún contador inteligente.

En cualquier caso, son pequeños detalles que no le quitan valor al texto básico. Un texto que tiene por objetivo mejorar los hábitos alimenticios, recortar gastos inútiles o hacer de nuestro hogar un lugar más ecológico. Un pequeño manual para retornar a los placeres y valores simples de toda la vida y para convertir la crisis en una oportunidad.