El gran olvido

La historia de la humanidad la escriben siempre los vencedores. La brutal destrucción de los bienes naturales de nuestro planeta no viene del último siglo. Es una historia larga que se remonta a unos siete mil años atrás, cuando se empezaron a crear las ciudades-estados y se reprimió la cultura matriarcal. Thom Hartmann, en su obra Las últimas horas de la vieja luz del sol narra con detalle el porqué se forjó la civilización conquistadora en la que estamos inmersos. A continuación reproducimos unos párrafos del mismo.

El australiano Geoff Page y el artista Bevan Hayward (cuyo nombre indígena es Pooaraar) escribieron un hermoso libro de fotografías, poemas y relatos titulado The Great Forgetting [El gran olvido]. El título es una expresión que los aborígenes australianos han utilizado desde hace tiempo para describir lo que le ha pasado a su cultura como consecuencia de doscientos años de asimilación forzosa en la cultura australiana blanca de base europea. Más recientemente, el autor Daniel Quinn usó la expresión en sus libros Ismael y The Story of B para describir el fenómeno de una cultura conquistadora/asimiladora que destruye y a la vez olvida los vestigios de los orígenes de su cultura así como los asimilados.

Pese a que los Incas aparecieron hace 1500 años, practicaban las técnicas y tenían la cultura de la dominación, la opresión y el genocidio.

El ciudadano común de la Sudamérica actual, al margen de cuál sea su ascendencia, tiene poco interés en la cultura y la vida de la gente que vivió en el continente antes de la llegada de Pizarro, y aún menos conocimientos sobre ello. La época de los incas ha caído en el olvido, es parte de la “pre-historia”, ni siquiera se enseña en las clases de historia peruana; en vez de ello, se ve relegada a los terrenos misteriosos de la arqueología y la paleoantropología.

Estos pueblos fueron derrotados, la mayoría de ellos murieron de viruela o pasados luego a cuchillo por los invasores, que les robaron su oro y demás cosas de valor. Después fueron olvidados. No obstante, éste no fue el primer “gran olvido”. Cuando hacia 1530 se habló con los supervivientes de la matanza de incas a manos de los españoles, éstos dijeron que la inca había sido la primera civilización surgida en el continente sudamericano. El dios del sol Inti colocó allí al primer hombre y la primera mujer, decían, y a partir de ellos se originó la nación. Se conocía el linaje, se sabía quién era hijo de quién, todo hasta llegar al hombre y la mujer originales.

los incas construyeron su imperio conquistando pueblos cercanos y convirtiendo a sus integrantes en esclavos. Su imperio se componía de una reducida élite gobernante, alrededor de un uno por ciento de la población, que controlaba más de la mitad de la riqueza del país -y quizás hasta un 90 por ciento.

Sin embargo, aunque esto es lo que creía el inca común de 1530, no era la verdadera historia de la región. En las tierras altas del norte del Perú, por ejemplo, los incas gobernaron desde aproximadamente 800 d.C. a 1500 d.C.

Desde 400 d.C. a 800 d.C., controlaron la zona los marcahuamachua. Antes de ellos, hacia el año 10 d.C., dominó la región el imperio de los recuay. A éstos les precedieron los imperios de los chavin, los kotosh, los huacalona y los galgada, que surgieron hacia 2000 a.C. Antes de los galgada, desde 8000 a.C. a 2000 a.C. estuvieron los lauricocha; y los guitarrero vivieron ahí desde 10000 a.C. a 8000 a.C.

Los incas se olvidaron de todos, igual que los peruanos actuales se han olvidado de los incas. Pese a que los incas aparecieron hace 1500 años, practicaban las técnicas y tenían la cultura de la dominación, la opresión y el genocidio. Construyeron su imperio conquistando pueblos cercanos y convirtiendo a sus integrantes en esclavos. Su imperio se componía de una reducida élite gobernante, alrededor de un uno por ciento de la población, que controlaba más de la mitad de la riqueza del país -y quizás hasta un 90 por ciento. En estos aspectos, no eran tan distintos de los españoles que los conquistaron, o de las culturas occidentales/europeas/americanas de la actualidad. Todas son culturas jóvenes.

En estos aspectos, el imperio inca no era tan distinto del entonces imperio español que los conquistaron, o de las culturas occidentales/europeas/americanas de la actualidad que estamos arrasando con todo lo que vive en paz y armonía con la Tierra.

Por otro lado, algunos de la cultura vieja que sobrevivieron a la masacre de los incas han llegado hasta hoy. Por ejemplo, los kogi de Colombia siguen considerando que el suelo, los mares, los ríos y los bosques son entes vivos y sagrados. Contemplaron horrorizados la conquista y la dominación de pueblos y tierras por los incas 1500 años atrás, como ven hoy horrorizados la expoliación del planeta por los descendientes de la cultura europea. Saben que otros les precedieron, que la historia de la Tierra es antiquísima y que el planeta seguirá con o sin nosotros.

Extracto del libro Las últimas horas de la vieja luz del sol de Thom Hartmann publicado por Icaria Editorial. Disponible en Biohabitat.


 

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09/02/2017

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