El tono verdoso del agua de los ríos es un indicador de contaminación por las sustancias de los detergentes.
Las sustancias tóxicas de los detergentes acaban con el oxígeno de las aguas, provocando la muerte de los peces.
Los fosfatos de la discordia
Cada año, cada español consume alrededor de 20 kg de
detergente. Por ello, 150 mil toneladas de fosfatos van a parar a
nuestros ríos y a las aguas subterráneas. Los detergentes domésticos
representan un 20 % de las causas de eutrofización. La eutrofización de
las aguas dulces dificulta la potabilización del agua para el consumo
humano.
En el año 1990 gastamos unos 10.000 millones de pesetas
en jabones y detergentes. Somos los mayores consumidores per cápita de
detergentes de la UE. Detergentes y jabones son sustancias que se
utilizan para limpiar y, por lo tanto, se disuelven en agua. Estas
aguas jabonosas van a parar como residuos a los ríos, o bien se
infiltran bajo tierra, contaminando las aguas subterráneas.
Aguas verdes y peces muertos
Para que los jabones hagan más espuma y limpien más
rápidamente, se le añaden, entre otros componentes, fosfatos y
tensioactivos. Alrededor de un 30 % de los detergentes acostumbran a
contener colorantes y otros productos tóxicos que contaminan las aguas.
Los fosfatos se utilizan para suavizar el agua y evitar que las
partículas de suciedad vuelvan a depositarse en la ropa. Los
tensioactivos son difícilmente degradables por la naturaleza y tienen
una vida media muy larga.
Todas estas sustancias estimulan el
crecimiento de las algas, tanto en los ríos como en lagos y embalses, y
acaban agotando el oxígeno del agua, provocando la muerte de peces y
otros organismos acuáticos. Este proceso de progresiva concentración de
materia orgánica y nutrientes como el fósforo es el que se conoce con
el nombre de eutrofización. Este tipo de contaminación de algunos lagos
y embalses se identifica por el tono verdoso que tiene el agua. Las
aguas eutrofizadas no son aptas para el consumo humano si no reciben un
costoso tratamiento.
La alternativa ecológica
No es más limpio quien más lava, sino el que menos
ensucia. Si utilizáramos detergentes sin fosfatos, ahorraríamos hasta
80.000 toneladas de fosfatos al año. Lo que queda claro es que hay
otros sistemas para limpiar la ropa que evitan la degradación de los
cursos de agua.
Los detergentes ecológicos contienen un
tensioactivo altamente biodegradable, no tienen polifosfatos y el
blanqueante es a base de perborato de sodio. La dosificación y la
calidad del agua también son aspectos importantes. No por gastar más
detergente la casa queda más limpia. Pensemos, igualmente, que sólo un
10 % de los detergentes que usamos los españoles son sin fosfatos. En
Suiza está prohibida la venta de detergentes que los contengan.
Rápidamente biodegradables
Cuando se habla de detergentes ecológicos, no
quiere decir que sean totalmente inofensivos para el medio ambiente,
sino que tienen una elevada y rápida biodegradabilidad. Se dice que la
aparición de los detergentes ecológicos es una estrategia comercial
ante un mercado absolutamente saturado. Lo que es un hecho es que las
aguas residuales domésticas van cargadas de detergentes. Antes de que
lleguen a una depuradora, normalmente van a verterse en los ríos. Por
ello, informémonos sobre el problema de los detergentes y no hagamos
caso de las guerras comerciales entre las grandes multinacionales de
los jabones.
Resumiendo ...
Consumamos detergentes libres de
fosfatos. En general, los detergentes líquidos no los contienen, y
empieza a haber diferentes marcas que ofrecen detergentes en polvo
libres de fosfatos.
Usemos menos detergente para limpiar. Los fabricantes siempre aconsejan un poco más de la cantidad necesaria.
Utilicemos
productos detergentes alternativos. Muchos fabricantes incorporan una
información medioambiental en las etiquetas de sus productos.