Resolver los problemas de nuestro mundo a través de los microorganismos efectivos (EM)
Enfrentarse así de sopetón con un título casi épico como el de este libro puede no ser muy motivador para un público poco proclive a la problemática ecológica. Sin embargo, si traspasamos la portada, ya en el prólogo se nos confirma que en realidad vamos a viajar por la apasionante vida de los microorganismos útiles también conocidos por microorganismos eficientes (EM). Un viaje por una tecnología que evita el envenenamiento planetario y de nuestro cuerpo. El Dr. Teruo Higa es un ingeniero agrícola japonés que ha desarrollado una mezcla de microorganismos conocida por EM (microorganismos efectivos) cuyos efectos pueden ayudar a resolver diversos problemas ambientales.
EM es un concentrado líquido que contiene unas 80 variedades de microorganismos que incluye tanto especies aeróbicas que respiran oxígeno, como anaeróbicas tipo las fotosintéticas y cuyo logro es que coexistan y se complementen lo que les confiere un alto poder antioxidante. Descubiertos por casualidad a finales de los años sesenta, hoy la tecnologia EM está disponible para todo el mundo interesado. Algunos países como Brasil se han convertido en líderes con una producción de más de 700 toneladas mensuales aplicadas a la agricultura y la ganadería,
Esta mezcla biológica de microorganismos ha demostrado tener un poder regenerativo sobre la materia orgánica que puede ser empleada para múltiples aplicaciones. Sin duda estamos ante una tecnología que cambia radicalmente algunos de los enfoques clásicos sobre temas tan básicos como la limpieza, la depuración de aguas, la agricultura biológica, etc. Así, por ejemplo, la tecnología EM es muy interesante como solución al problema de la basura al lograr reciclar la fracción orgánica y convertirla en una fuente de recursos. Uno de los preparados de EM también ha demostrado ser poseedor de propiedades que optimizan el sistema inmunológico de nuestro organismo con su poder antioxidante.
Una revolución para salvar la tierra describe también la particular visión del mundo por parte del Dr. Higa. Este argumenta que debemos cambiar completamente nuestro sistema de vida renunciando a la competición y poner en práctica la filosofía de la coexistencia y la coprosperidad. En este sentido reclama la necesidad de apoyar tecnologías que sean beneficiosas en todos sus aspectos y no perjudicial en ninguno y sobre estas contribuir a su divulgación. También visiona la importancia de la percepción mental que la familia humana debe tener de la realidad puesto que un ambiente sano habitado por personas cultas y educadas facilita avanzar hacia un futuro más positivo y creativo. Critica diversos aspectos de la vida japonesa, en especial, su sistema sanitario y lógicamente defiende la agricultura como una actividad básica para la humanidad. En este sentido insiste en que acabamos siendo y arrastrando los problemas de todo aquello que comemos.
Este libro centra, sin embargo, su mayor interés en la parte más extensa del mismo en la cual recopila los diferentes usos y éxitos en la aplicación de microorganismos efectivos a principios de los años noventa. Su poder antioxidante para el control de la contaminación, su actividad regeneradora para evitar el cloro en el mantenimiento de piscinas y para no tener que usar abonos químicos. Su facilidad para el reciclado de la materia orgánica de las basuras domésticas y elaborar un buen compost, su efectividad en la desodorización de los malos olores de granjas animales, su capacidad para reciclar aguas residuales y contribuir a mejorar la calidad del agua de nuestros ríos y por ende del agua que bebemos. Eso sin entrar en los efectos terapéuticos que, por no ensarzarse en contienda con los grandes grupos farmacéuticos, no se publicitan en los manuales de uso de EM. De todas formas la realidad suma cada vez más experiencias exitosas que los microorganismos efectivos consiguen en la lucha contra determinadas enfermedades resultado de la elevada oxidación que se da en nuestro entorno contaminado.
No hay que engañarse, Una revolución para salvar la tierra es en realidad un libro escrito apasionadamente, casi en estilo publicitario. Sin embargo, es la publicidad de una tecnología respetuosa con el entorno y que divulga las posibilidades de resolver los problemas actuales con un nuevo paradigma. En cualquier caso se agradece su amena lectura (aunque con algunos déficits de traducción atribuibles a la complejidad de la lengua japonesa del original) y no hay duda que consigue inspirar el interés por EM.
Pasar a la acción y aplicar EM en nuestra vida cotidiana, especialmente en el ámbito de la limpieza del hogar y del reciclaje de las basuras orgánicas puede hacer de nuestro hogar un espacio menos tóxico. Para que luego no se diga que no hay información ni posibilidades para crear un mundo mejor. Libro actualmente descatalogado.