He llegado cuando la plaza del pueblo, está vez Sant Just Desvern en
Barcelona, estaba siendo tomada por los monitores de Intiam Ruai, una
empresa dedicada a la formación activa popular y profesional entorno a
la eficiencia energética y las energías renovables.
Del furgón
que siempre cargan con biodiesel (10% aceites reciclados vegetales y el
resto gasoil de toda la vida) han salido bicicletas eléctricas, cocinas
solares, coches electrosolares para crios, y el remolque de la
megafonía, por supuesto alimentado por la limpia energía del sol.
Se están celebrando estos días en muchas localidades de Catalunya, la Setmana de la Energía,
y se sale a las calles a mostrar las campañas locales previstas o
puestas ya en marcha a favor de la nueva cultura energética, donde
prima la eficiencia en el uso de la energía y aparecen cada vez más las
aplicaciones de las energías renovables. Por ejemplo, hoy y aquí se
celebraba la entrada en vigor de la ordenanza solar local, que consiste
en planes de ayuda y normalización para que en las nuevas
construcciones se incorporen los sistemas para aprovechamiento térmico
solar del agua sanitaria doméstica. Un pequeño, pero importante y
modernizador paso hacia la sostenibilidad energética de la población.
Intiam
Ruau ha venido a repartir cultura solar, dirigiéndose a los más
pequeños y al mismo tiempo a todos los mayores sin límite de edad. Han
demostrado que el poderoso Sol nos manda de forma continua suficiente
energía para calentarnos, electrificarnos y hasta prepararnos una
chistorrada solar echando mano de las cocinas KSol.
También que la movilidad puede ser con tecnologías menos contaminantes,
y aquí la bicicleta con motor de apoyo al pedaleo es una interesante
aportación. Los visitantes que así lo han querido se han podido pasear
en 3 modelos de "pedelecs", que es la denominación internacional para
estos más sostenibles medios de transporte a pedales y muy cómodos.
Que
los crios jueguen con los típicos coches de juguete en un circuito
improvisado puede parecer pernicioso para los que intentamos entender
el uso del automóvil de forma ecointeligente. Intiam Ruai recarga las
baterías de su peculiar parque móvil infantil conectándose al sol
desde su portátil Solinera, una remolque donde una paneles
solares fotovoltaicos alimentan unas baterías para obtener electricidad
para la recarga y para transformarse también en electricidad para que
se escuche una música ambiental solar apropiada para la ocasión. Con
frecuencia los críos preguntan dónde se recargan los coches y los
monitores al momento les explican como en ese mismo sitio lo están
haciendo.
Estos días ha habido avances globales en la protección
del clima y por la reducción de las emisiones del CO2. El Protocolo de
Kioto es poco pero es necesario para comenzar a caminar hacia un futuro
mas positivo. Me pregunto si todos estos avances que generaran
políticas intensivas, para corregir descomunales errores que estamos
cometiendo en temas energéticos, se van encontrar con una ciudadanía
atenta, consecuente, formada en el uso y conocimiento de las fuentes
energéticas y también dispuesta a reducir su consumo mientras se
acelera el relevo de una economía fósil y nuclear a una economía
solar.
Creo que faltan centenares de iniciativas similares a Intiam Ruai trabajando
a jornada completa en todos los rincones del mundo para que podamos
entender globalmente que podemos funcionar sin hacer mal a la ecoesfera
y sin hacernos mal todos los que estamos dentro de ella. Es cuestión de
cultura, tan necesaria siempre, tan necesaria ahora.
En esta
revolución sólo pueden perder unos pocos y lo que es seguro es que
ganaran las mayorías. La música que sale del remolque solar de los
Intiam sonaba a gloria, ojalá cada vez más oídos se presten a escuchar
las melodías del Sol. |