10 junio 2002.
El calor empieza a apretar y empieza la temporada de baño. El litoral
mediterráneo se empieza a llenar de gente. Sin embargo, sólo un
centenar de las 1.000 playas existentes en la Mediterránea peninsular
disponen de aguas de buena calidad para el baño. Un estudio llevado a
cabo por el CSIC presentado en enero de 2002 reveló que la mitad de la
costa mediterránea española está contaminada por restos de jabones
domésticos. Dos millones de toneladas de crudo se vierten cada año en
el Mediterráneo, un tercio del total estimado que se derrama en todo el
mundo, y más de 100 accidentes navales en el Mediterráneo desde 1945
han provocado que en sus profundidades se pierdan se acumulen cargas de
todo tipo, hasta reactores nucleares. Éstos son tan solo algunos
ejemplos de las múltiples maneras en que día a día, con nuestras
actividades vamos envenenando el mar. Quizá si fuéramos más
conscientes, usáramos productos biodegradables o menos dañinos con el
entorno, exigiéramos como ciudadanos una seguridad en el transporte
marino de petróleo y otros productos, podríamos disfrutar de un mar más
saludable. Por el momento, nos limitamos a pronunciar nuestra frase
preferida en esta época del año: vamos a la playa.