Cocinar con flores quizá te parecerá algo
disparatado. Es más, puede que la sola idea de ingerirlas te provoque
un cierto malestar gástrico, pero eso es porque nunca las has probado.
Las flores, además de dotar a nuestros platos de un colorido sin igual,
proporcionan un sabor y una textura insólitos, que inspiran a crear
platos diferentes y atrevidos. Acostumbrarse a su paladar tal vez te
lleve un poco de tiempo, pero disfrutar de su sabor, belleza y aroma
merece este pequeño esfuerzo. Un consejo: empieza saboreando lentamente
los pétalos.
En las culturas de la antigüedad, las flores se
usaban como un ingrediente culinario habitual. Griegos y romanos
incluían en sus recetas pétalos de rosa y de clavel. Hace muchos
siglos, las flores de azahar, las de caléndula y las azucenas eran las
favoritas de la cocina de Oriente. También los aztecas, en la época
prehispánica, solían combinar sus guisos de aves y peces con flores
como las malvas o la flor de calabaza, que incluían en algunas sopas o
ensaladas.
Ten en cuenta que...
-No todas las flores son comestibles, así que
comprueba que las que has elegido son aptas para el consumo. El
jacinto, la hiedra, el narciso y el muérdago se encuentran en la lista
negra. -Es necesario que las laves bien para eliminar el polvo o
cualquier insecto. Después, sécalas con mucho cuidado con un trapo de
cocina. -Si compras flores de producción biológica, te asegurarás de que estén libres de pesticidas. -Las flores que cultivas tú mismo, con ayuda de métodos orgánicos, son las ideales. -La mayor parte de las flores se pueden guardar en el frigorífico durante una semana. -Conservarán mejor su sabor y aroma si las recoges o adquieres poco antes de usarlas.
-Si eres alérgico al polen, conviene que quites
todas las partes verdes y los estambres y pistilos antes de comerlas o
emplearlas en la elaboración de algún plato. -De las caléndulas, rosas, claveles, crisantemos y lavandas sólo son comestibles los pétalos. -Para evitar que se marchiten los pétalos, es preciso que los separes del resto de la flor justo antes de utilizarlos.
Ingredientes para la preparación
- flores (tú eliges) o rodajitas de limón o rodajitas de naranja
- agua - cubitera
Elaboración
(1) Llena de agua una cuarta parte del molde de los
cubitos. Coloca las flores dentro de cada espacio y deposita el molde
en el congelador. Asegúrate de que queden bien cubiertos de agua. (2)
Si lo prefieres, puedes sustituir el agua por zumo. También puedes
hacer los cubitos de hielo con rodajitas de limón o naranja.
Vuestras sugerencias y otras aclaraciones
* Puedes añadir estos cubitos florales a las
bebidas, ensaladas de frutas o a tus postres favoritos. Serán un
elemento de decoración precioso que sorprenderá a tus visitas.
* Prueba a hacer tus cubitos de grosellas. Le darán un toque de color a tu bebida y también un nuevo aroma.