Urbanismo orgánico o ecológico, neomalthusianismo y naturismo social
Eduard Masjuan Col. Antrazit, 155 Editorial Icaria Barcelona, 2000
La ecología humana en el anarquismo ibérico
Utopías todavía necesarias
Si eso de la ecología humana no sabes muy bien qué es y el anarquismo te produce escalofríos nunca se te ocurriría leer este libro. Sin embargo, resulta que entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX bajo la bandera ideológica de lo que llamamos anarquismo se cebaron algunas de las ideas más innovadoras para alcanzar una sociedad más humana y ecológica como fueron la ciudad jardín, el higienismo, y el llamado neomalthusianismo o procreación consciente mediante el uso de contraceptivos.
El libro constituye un apasionante viaje a través de la historia con testimonios y altamente documentado de los personajes, los eventos y la incidencia social que tuvieron estos movimientos en un momento crucial de la historia de nuestro país. Los protagonistas de estos movimientos tuvieron una importante conexión con las diferentes ramas del mismo esparcidas por toda Europa. Si analizamos los planteamientos de su visión de una sociedad más justa, ecológica y saludable hoy es evidente que no triunfaron. Sin embargo, debemos considerarlos como los precursores de muchas de las ideas que actualmente mueven al ecologismo actual.
El concepto de ciudad-jardín fué acuñado por el teórico socialista Ebenezer Howard (1850-1828) a partir de los contenidos de la geografía humana de Eliseo Reclus y de la sociología de Piert Kropotkin. Sin embargo, será el biológo y sociológo Patrick Geddes (1854-1932) quien le dará contenido. Así Geddes impulsa que la ciudad debe analizarse de los flujos de energía y materiales utilizados y por ello ya llamaba a superar la "paleotécnica" caracterizada por la era del carbón y que ya empezaba a dejar su huella de contaminación y muerte para entrar en una nueva etapa o "neotecnica" marcada por el uso de energía de fuentes renovables y por el restablecimiento del equilibrio entre el campo y la ciudad. En nuestro país estas ideas son difundidas y activamente defendidas por Cebrià de Montololiu (1873-1923), un modenista-humanista convencido que es posible transformar la sociedad a partir de la educación y por lo que era necesario acabar con el monopolio cultural de las clases privilegiadas.
El neomalthusianismo supone una de las aportaciones ideológicas más sensatas para una humanidad más feliz: combatir la pobreza mediante la limitación de nacimientos hasta que exista las condiciones idóneas que garanticen para los futuros hijos de los obreros una buena educación, una buena organización social y un buen nacimiento. En este sentido en 1905 la obra de Luis Bulffi ¡Huelga de vientres! (Medios para evitar las familias numerosas) supone una verdadera revolución a la cual hay que añadir el invento de un contraceptivo femenino el "obturador uterino" inventado por el médico catalán Mariano Querol en 1906 y que sublevó a los poderes eclésiásticos y políticos. La procreación consciente es seguramente todavía una idea sin rival a pesar que su desarrollo histórico constituye una página de la historia conflictiva.
La ecología humana en el anarquismo ibérico es un reportaje vivo, bien documentado, ameno y que enlace historicamente ideas imprescindibles para el siglo XXI con las visiones de estos movimientos de finales del siglo XIX, principios del XX. Sin embargo, el principal valor que se le puede otorgar a esta obra es que ofrezca la visión más filosófica y comprometida de un movimiento político que en nuestro país todavía está estigmatizado. La obra de Masjuan nos da a conocer personajes que merecen una galería propia para cualquiera que le interese legar a sus hijos un futuro más positivo.