España tiene unos 173.000 km de ríos. Los hay con un recorrido de más de 1.000 km. Los hay que llevan sus aguas al Atlántico y otros al Mediterráneo. Hay ríos que nacen libres y vierten sus aguas al mar mientras que otros son simples afluentes. Los ríos son las venas naturales de un territorio y con el agua dulce que canalizan riegan y alimenta la vida. Los ríos nos aportan agua para generar energía, para cultivar nuestros alimentos o para saciar nuestras necesidades vitales de agua. Los ríos son corredores biológicos por los cuales se conecta la vida silvestre de un espacio a otro. Los ríos son, en definitiva, espacios rebosantes de flora y fauna puesto que el agua dulce que transportan es equivalente a la sangre que fluye por nuestro cuerpo.

Ríos de Madrid es un sintético manual sobre los cauces fluviales que fluyen por la Comunidad de Madrid. Esta obra inicia su andadura visual recopilando los principales ecosistemas que los rodean y la fauna que los habita. Podría pensarse que se trata de un libro para expertos en la naturaleza y, sin embargo, cautiva al profano por su talante divulgador. No pretende ser un inventario de la rica biodiversidad de los ambientes fluviales madrileños, pero detalla con datos escuetos y sencillos la rica variedad biológica que albergan. Finalmente, entra a describir a rió a río desde su nacimiento hasta dónde deja la Comunidad de Madrid. De cada uno sirve datos curiosos históricos, de su relación con los habitantes de sus aledaños, de las particularidades ecológicas, y todo ello plagado de imágenes que dan testimonio de la singularidad de cada uno de ellos.

Ríos de Madrid es un libro único en su género y una iniciativa que debería ser copiada en cada Comunidad autónoma. Al final, los ríos cruzan pueblos y ciudades, pero a menudo no sabemos ni de dónde vienen ni a dónde van. Este libro constituye un acierto editorial por lo que tiene de inventario y por la mirada amable y sensacional que aporta sobre las venas por las que circula la Vida en mayúscula de cualquier tierra. Un libro imprescindible en las escuelas de la Comunidad de Madrid e, insistimos, un ejemplo de cómo incrementar la sensibilidad sobre el patrimonio biológico y cultural que florece en nuestros ríos más cercanos.