El sector automovilístico se ha convertido en determinante para las economías de los países de la Unión Europea. El 2003 no será el mejor año según la industria, pero las ventas totales entre enero y noviembre 2003 fueron de más de 13 millones de vehículos. Los países con un mayor incremento son Finlandia (+25,3 %), Islandia (+42,3%), Austria (+6,4%) y España (+3,8%). Los que han incorporado menos coches son Portugal (-18,5%), Dinamarca (-15.6%) y Francia (-6,9%).

En España la venta de automóviles la lidera Renault con más de 175 mil turismos vendidos. En total, durante el 2003 se matricularon más de 1.383.017 unidades, aunque lejos del récord del 2001 con 1.425.573 coches vendidos. Entre 1997 y 1999 creció casi un 40 % pasando de 1.016.383 (en 1997) a 1.406.246 (en 1999). En la última década se ha pasado de las 744.851 matriculaciones de 1993 a prácticamente el doble.

Por las calles y carreteras de España ya circulan 26 millones de vehículos, aunque tan sólo son 20 millones las personas con licencia para conducir. Todo este amasijo de acero rodante se llevó por delante más de 4.000 víctimas mortales en el 2003. Los bajos tipos de interés han contribuido a animar el mercado. Un mercado en el que el 75 % de las compras de automóviles está financiada con créditos.

La producción de vehículos a nivel mundial es de más de 40 millones de unidades, la cual contrasta con la disminución del número de bicicletas producidas dado que China está presionando para reducir el volumen de bicicletas en sus calles para facilitar la circulación creciente de coches. Curiosamente, este dato contrasta con el interés en los países occidentales para promocionar la bicicleta en el ámbito urbano.