Ya es sabido que mantengo un simbólico idilio con otra bicicleta que no es mi Dahon Boardwalk D6. Se trata de una bicicleta urbana convencional, que es el vehículo oficial del trabajo y que salió de un taller de bicis de segunda mano legal, hace ya unos años. Es una bicicleta montada con partes de vete a saber cuantas otras. Mantuve con ella una intensa relación hasta que apareció en mi vida la plegable, pero ahora acudo a sus servicios en momentos de necesidad. Debo decir que la sigo cuidando con cariño, y ello me llevó hace unos días a hacerle un cambio de imagen acudiendo a esos doctores honoris causa de la bici y el reciclaje, el taller mecánico de Espai Bici. Ahora tiene un manillar comodón y hasta vacilón, una tija apropiada y un sillín que no es el Duopower por que se ha reutilizado otro, una nueva corona de piñones reciclada y algún cambio de piecerio secundario. Esta semana le he sustituido, por cuestiones económicas, la rueda delantera tubular por una de cámara de toda la vida, también recuperada y con neumático grueso y hermoso (estaba cansado de que me repararan numerosos pinchazos de frágil tubular, nada fácil de conseguir que te lo hagan, por cierto). Y por supuesto está matriculada con el NO OIL.
En fin, que ahora la comodidad de la renovada bici me ha vuelto a seducir y allá donde hay que ir y donde no me puedo meter con la plegable, ella siempre comparte sus bondades.
Hoy he colaborado en desplazar una carga aprovechando el carrito de bicicleta que uso cuando hay que transportar volúmenes no aptos para llevar a cuestas o sobre la bicicleta, especialmente en esta forzada etapa NO OIL. Debo decir que la legalidad todavía no está con los que nos emociona arrastrar con la bici cargas y mercancías. El nuevo código de circulación permite llevar carritos pero las organizaciones de defensa de la bici están revisando la normativa porque es tan limitante y difusa como que no se puede arrastrar mas de la mitad del peso de la bici, algo indefinido, casi ridículo y nada útil.
Con mi bici normal renovada y el carrito de transporte, tan apañao, me he enfilao por la mañana casi primaveral y soleada rumbo a la Plaça Eivissa, de referencia en el barrio de Horta. Todo subidilla suave, y casi todo el asfalto para mí, y es que las mañanas urbanas de domingo son de lo más recomendable para disfrutar a pedales de calles y avenidas.
Ya me ha costado lo suyo arrastrar entorno a 25 kilos entre tara y materiales hasta la mesa de exposición, pero no imagino una solución más económica y rápida para desplazar esa carga desde el almacén hasta el destino, que han sido aprox. unos 8 km. Secuencia de la acción bicitransportil: se carga el carrito, se sale a la calle, media hora de pedaleo y se llega al lugar, se sube uno a la cera, por supuesto respetando in extremis al viandante y se llega hasta la mesa de expo en un plis plas. Se realiza la actividad, se recoge y carga in situ y se disfruta de un retorno todo bajada llegando con la bici hasta la puerta del almacén. Seguro que la operación con un coche dobla el tiempo, el estrés de aparcar, la presión moral de tu contribución al cambio climático escupiendo CO2 generado por petróleo que igual lleva algo de sangre de irakis caídos en acto de defensa legítima, en su composición, ...en fin, no quiero ponerme simplón, que igual las medianías me tachan de iluso. El total del tiempo empleado en el desplazamiento de hoy ha sido de una hora entre ir parriba y luego pabajo.
Y es que hoy se ha celebrado una reunión festivo cultural de diversas agrupaciones de Acció Escolta de Catalunya, y para ello han invadido una de las plazas de barrio más nombradas de la zona. En ella las gentes de Biohabitat han sido invitadas a mostrar diversos productos que pueden ser de utilidad en las excursiones y campamentos o incluso en los locales de los diversos agrupamientos.
Nunca había estado tan cerca de tanto activista escolta, y no pensé que iba a aprovechar el tiempo conociendo lo más destacable sobre sus objetivos, estructura y funcionamiento de sus actividades. Resulta que el escultismo es una propuesta educativa de alcance planetario que tiene el objetivo de ayudar a formar ciudadanos libres y críticos. A los jóvenes se les ofrece el participar en proyectos y actividades que intentan fomentar el progreso social desde su tiempo libre, después de los estudios y la convivencia familiar. Y mira tu que uno de los bellos objetivos escoltas es formarse para transformar la sociedad, como ellos dicen: queremos conseguir aquella vieja utopía de “dejar el mundo mejor de cómo lo hemos encontrado”.
El grupo, aquí agrupament, es la base de la organización escolta. Está formado por cinco grupos de edades que se denominan unidades. Los Castors (Castores) van de los 6 a los 9 años y comienzan a descubrir el entorno, aprendiendo a compartir jugando envueltos de la magia y las fantasías de la colonia; los Llops (Lobatos) van de los 9 a los 12 años y se esfuerzan al máximo por conocer todo lo que pueden siguiendo las leyes de la jungla: los Raiers van desde los 12 a los 15 años y hacen de la aventura su manera de aprender y divertirse, siendo esto una manera de vivir plenamente el sentido de pertenencia al grupo; los Pioners (Pioneros) van desde los 15 a los 18 años y eligen sus propios proyectos, organizados en comisiones de trabajo, y dicen que su implicación, la de cada uno, es clave para hacer realidad sus sueños. Los Rovers, que van de 18 a los 20 años, se esfuerzan por ser útiles a los otros, siendo reflexivos con lo que pasa alrededor. Permítaseme emocionarme con la causa escolta por lo valioso que considero el soñar y el realizar de forma colectiva la gran obra de la sostenibilidad humana desde los espacios del tiempo libre inteligente. De haberlos tenido a mano años atrás, creo que haría ya casi 20 años me hubiese licenciado como Rover contento.
Pero en cuestiones de simpatías no les va mal la cosa a los escoltas, me comentan que son un movimiento joven con 30 millones de participantes en el mundo, sorprendente no te parece. Aquí, en Catalunya hay más de 20.000 escoltas agrupados en tres grandes organizaciones. Accio Escolta es una de ellas y con unos 200 de sus miembros nos hemos pasado una mañana alegre mostrando desde el improvisado tenderete como el magnetismo y la tecnología renovable es capaz de iluminarte casi toda una vida sin gastar una sola pila, o una lámpara alternativa al camping gas, que el sol se encarga de recargarle las baterías y entregar iluminación limpia.
Los de Biohabitat han mostrado también juegos cooperativos, que tal como esta el mundo, ya está bien de jugar a competir y eliminar. Los juegos cooperativos además permiten pasarse al bando más inteligente de colaborar, dialogar, compartir y razonar por la Paz y el progreso para todos. Un pequeño prototipo de cocina solar parabólica Ksol diseñada para demostraciones pedagógicas ha llamado la atención de muchos chavales y mira si eran espabilaos que pocos han sido los que no sabían para que servia el cacharro. Eso sí, algunas de las novedades de Biohabitat, a punto de entrar en su catalogo, han causado sensación. El avión y el helicóptero de Air Hogs impulsados por un motor de aire comprimido y donde el surtidor de combustible es una bomba de aire, creo que está ya en la lista de peticiones familiares de más de un escolta.
Decir que Acció Escolta de Catalunya es una federación pionera, vamos que lo lleva en los genes grupales, y es que es de las pocas organizaciones sociales que se ha mojado en cultura y acción ambiental. Dispone de su ejemplar Agenda 21, ese compromiso para diseñar los caminos hacia esa sociedad inteligente y respetuosa con su entorno. Vamos, que si te interesa saber más sobre buenos haceres, clica aquí. Y como tambien para cualquier revolución pacifica, social y cultural que se quiera hacer hay que estar unidos, Acció Escolta acaba de integrarse en el Movimiento Laico y Progresista (MLP). Chapó, Escoltes.
Thaïs (escolta licenciada) y Carles (novel ciclista urbano), ambos activistas del Biohabitat, han cargao el carrito mientras en el escenario una actuación excelente sobre el mundo de café bajo el prisma del comercio justo y solidario ha permitido que los escoltas hayan hecho gala de su unión como grupo, y yo me he ilustrado sobre ese grano oscuro, que aunque poco todavía, ilumina la vida de cada vez más agricultores lejanos, que también y a pesar de todo, celebran la vida, gracias al comercio justo.
Un descenso placentero y silencioso por la mañana soleada, retornando un montón de ecoproductos. Hoy hemos comprobado su utilidad para los usos e ilusiones de los más jóvenes además de llevarnos una buena carga de agradables sensaciones de servicio a la comunidad y el conocimiento sobre una organización juvenil ejemplar, ...que más se puede pedir.
A dos años del Prestige, yo aquí colaborando como puedo en la construcción de un mundo con mucho menos petróleo y con mucho más aprovechamiento de las fuentes de energías positivas. Siempre vale la pena intentar seducir a los más jóvenes para que se adelanten a su futuro un poco, es necesario ofrecerles el que se ilusionen y pasen a la acción como ciudadanos de un mundo post-carbono. |