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Que suerte solar la mía. Solicité una cocina solar plegable, la Cookit y hoy me ha llegado desde tierras de California.
Ya la conocía desde hace tiempo. Es normal, para un apasionado de la cocción solar, saber que modelos se cuecen por el mundo. De todos, la Cookit es muy especial, es la cocina solar más simple del mundo, coge en una bolsita, pesa poco y vale para mucho. Digamos que es de la familia de los paneles plegables que más que un horno solar o un concentrador curvado, es una mezcla de ambos. Su gran simplicidad iguala a su poder de cocción. Tiene un bajo coste (unos 5 €) lo que le permite llegar a un gran número de personas desde los proyectos de cooperación.
La Cookit fue diseñada por el profesor Roger Bernard de Francia y Barbara Kerr de los EE.UU., junto a otros colaboradores de Solar Cookers International, una de las organizaciones pioneras de la cocción solar y promotora mundial de este modelo. Se probó con éxito tanto en los EE.UU. como en campos de refugiados en Kenya, donde se confirmaron sus cualidades, utilidad, bajo coste, aceptación, y adaptabilidad a diferentes necesidades.
SCI desde Sacramento en California, se dedica a llenar el mundo de cocinas solares desde la difusión y desde la práctica impulsa sencillos proyectos con resultados sorprendentes. El Cookit es la estrella solar de su actividad.
SCI patrocina la mayor base de datos y sitio en la red dedicado a la cocción solar. Gracias a The Solar Cooking Archive, muchas personas hemos encontrado sencillamente servido el maravilloso mundo de las cocinas solares. Y personalmente desde este recurso me he nutrido de valiosas informaciones y las más lejanas y armoniosas amistades. De absoluta recomendación es su visita para los amigos y amantes de las energías limpias y renovables desde las tecnologías simples y populares.
El Cookit es un panel plegable de cartón ondulado con una sus caras aluminizada. Funciona generalmente con una olla pintada de negro introducida dentro de una bolsa de plástico resistente a medias temperaturas. Se orienta al sol con un simple ojeo de sombras y si se cuida, dura lo suyo.
Yo hoy me he pasado a una mejora propuesta también por Rogerd Bernad, la de hacer más cómodo el proceso de cocción solar en la Cookit. Se trata de un recipiente exterior de vidrio que contiene una olla negra en su interior y que deja su tapa sin cubrir. Esto evita la condensación y hace más agradable el uso y manejo. Funciona aprovechando el calor reflejado por la cara aluminizada, y que queda capturado en el interior del recipiente de vidrio el cual incide directamente sobre la superficie de la olla. La cámara se aísla con una aro simple cartón a modo de junta.
Me he preparado en dos horas una suculenta compota de manzana a la canela. La cocina solar ha ido divina y a la receta ha quedado suprema. La he realizado con el sistema solar más frugal de los conocidos, he evitado unos gramos de CO2 y he contribuido de forma práctica a frenar el cambio climático. A qué suena romántico, pues mejor.
El Cookit simboliza de forma contundente todo lo que el ingenio humano puede hacer desde lo simple y accesible. Hay que verlo y probarlo quizás para convencerse del supremo y dulce poder de la energía solar y el buen hacer del ingenio. Un simple cartón aluminizado con un básico recipiente pausteriza el agua y cocina alimentos. Lo pequeño siempre será más hermoso.
Aquí tienes los planos e instrucciones para hacerte tu Cookit y si quedas infectado por el virusolar puedes venirte a vacunarte con sobredosis de energía limpia y mentes claras y solidarias, al Encuentro Solar 2004, que esta a punto de celebrarse.
¡¡Que te aproveche¡¡ | 
